Más humillación, por favor

El blog de un cornudo sumiso al que le gusta ser humillado más y mas cada día.

5.1.10

Intercambio (incompleto) de parejas

Estoy deseando volver a ir a locales liberales. Pero con una vuelta de tuerca: que ella se ofrezca a parejas muy atractivas como chica bisexual, mientras yo sólo puedo mirar.
Y que ella llegue a ser conocida en los locales como la chica bisex, que va con su marido, que solo mira y se pajea.

Si soy sincero, lo que de verdad me gustaría que pasase es que eso lo hiciésemos en reservados y que yo fuese el que va a por la copas, a por otras sábanas, a por toallas, a por condones. Y si además tengo que lamerle a él antes, para que la tenga bien dura y para que se diviertan ellas mirando antes de follar ellos tres juntos, mejor que mejor.
E incluso dejar que las cosas lleguen más lejos.



Dicen que el imaginarse uno haciendo algo hace más fácil que acabe haciéndolo realmente. Ojalá sea verdad y acabe sucediendo.

2.1.10

Feliz año!

A ver si en 2010 escribo más a menudo... Pero una cosa es quererlo, y otra realmente hacerlo...

14.8.09

Los amantes de mi novia (II)


La cosa ha cambiado muchísimo desde la vez que hablé de este tema. El hombre dominicano creyó tenerla más bajo su control y le pidió dinero. Y ella cortó la relación.
Otros no han sabido situarse en una relación de este tipo y han desaparecido.
De todos modos siempre le es muy sencillo encontrar amantes ocasionales.

¿Por qué paso poco por aquí?

Pues principalmente porque muchas veces no recordaba la contraseña para entrar, para ser sinceros. Ahora ya me la he apuntado.

Aparte de eso la intención no es publicar cosas de manera regular, sino poner de manera anónima en un lugar público las fantasías que más me excitan en cada momento.

A golpes


Hay muchas veces que mis fantasías me hacen desear que a golpes me haga hacer lo que ella quiera. Nada de ropa "sexy" para que yo la vea más femenina. Nada de látigos, fustas, etc. Simplemente a bofetadas, a patadas.

Me encantaría que a golpes me convenciera para que yo haga todo lo que quiera, sea cuando sea. Limpiar la casa, irme a la calle unas horas porque ha venido un amante, que me masturbe yo mismo o que deje de hacerlo. O simplemente por placer.

Lo que no me suele gustar es que esa persona que maltrata, después termine masturbando e incluso follando con la víctima. En mis fantasías ella (o él) usan al sumiso como les da la gana. Ya se encargará el sumiso de correrse haciéndose una paja, si le dan permiso. Se correrá sin molestar a nadie, sin que nadie se tenga que esforzar por él.

25.5.08

Los amantes de mi novia


Actualmente tiene...
  • Un dominicano moreno, muy bien dotado (sobre 25cm). Delgado, fibroso. Follan maravillosamente. En cualquier parte de la casa. No les he visto, sólo oido. Prefieren estar solos, en lugar de conmigo mirando.
  • Un antiguo conocido. A él, además de follar, le gusta tener veladas románticas en hoteles con ella. Champán, rosas... Ellos solos también.
Y tiene como candidatos a tres más. La ponen como una moto pero aún no ha podido ser. Ellos están buscando el día para follar con ella, ya le han dicho "vámonos", pero por circunstancias no ha podido ser. Dos aquí y otro en otra ciudad.

Si somos sinceros (aunque sé que no coincide con las fantasías típicas de cornudos) yo he estado con dos chicas. Con una ya no quedo, y con la sí, cuando puedo, pero nunca tenemos tiempo para quedar.

En mi fantasía, me gustaría que el seguir quedando con esa chica pasase a necesitar el permiso de mi novia. No sé si en la realidad me gustaría. Todo es cosa de probar.
Y que yo sólo folle cuando a mi novia le dé la gana. Y que ella a mí no me pregunte absolutamente nada. Si llegamos a ese punto, lo contaré.

Mientras, disfruto de la enorme cantidad de mensajes, emails, llamadas que tiene continuamente. Y de las veces que queda con ellos.

21.12.07

Spitting + smoking

8.10.07

Destrozos


Llevo tiempo pensando en esto... quizá el blog es la mejor manera de encontrarlo.

No me gusta el sado como se suele hacer aquí en general. Muy físico, mucho castigo, dolor,... busco más una cuestión mental.

Por eso me gustaría encontrar una chica a la que le apetezca llevar acabo un meticuloso trabajo de destrozo de la autoestima. Humillación, ridículo, tease and denial, crueldad mental... un juego sobre todo mental. Tentar,... para no dar nada a cambio. Un perfil algo psicopático, pero sabiendo que es un juego, con todas las reglas del BDSM, sabiendo que se puede parar.

Me gustan las situaciones injustas, desequilibradas, uno todo y el otro nada... Si compartes esa manera de ver las cosas... avisa! Ojalá tenga noticias. Las puedo leer como comentarios aqui o en...
(borrado) ;-)

parece que ese correo ha dejado de funcionar. Dejando un comentario aquí (si sucediese) valdría también.

3.5.07

Condicionamiento homosexual


Una fantasía sobre la que ya he escrito en otras ocasiones es sobre la del condicionamiento homosexual: ser entrenado por una chica o una chica y su amante para irme convirtiendo en cada día más gay.

De siempre me han gustado más las chicas que los chicos. De ellos me gustaba la idea de chuparles la polla, pero poco más, aparte de besarse horas. Las dos cosas las he hecho (y un tío me folló a lo bruto).

Mi fantasia era encontrarme una chica por internet a la que le gustase que viésemos fotos, webs, juntos. Una chica dominante que me fuese enseñando las imágenes con las que yo debería masturbarme. Y que cada vez me fuese haciendo correrme más veces con fotos de tios, solo tios, ni una sola tía en la foto. Hasta amaestrarme para correrme con fotos de chicos únicamente.

Como tampoco me gusta decir lo que me gusta que me hagan (oye, tortúrame haciéndome esto de lo que tengo tantas ganas), pues no ha habido suerte (dificil iba a ser que surgiese algo tan concreto) y no ha aparecido esa chica que hiciese ese trabajo. Así que he decidido hacerlo yo.

Cuando estoy viendo fotos o videos, espero a estar muy muy muy caliente para ponerme las fotos y videos de tios que he ido guardando. Y cada vez me pongo más de tios. Y no las cosas más suaves, sino que me gusta ir llevándolo más y más allá...

19.4.07

Bisexual cuckold

miles51k
miles51k@yahoo.com
Leah Neal & Blair
leahneal.txt
GayBiLes
MMF, gay, bisexual, oral, cuckold

I love to give my girlfriend Leah rim jobs. I also love to lick my cum off of
her. We often talk about our sex life, and one day she laughingly said that "you
seem to love licking cum off me so much that we should have a threesome so you
can lick someone else's cum up". She started laughing her ass off, but I readily
agreed. She thought I was kidding, but I broke down and confessed to her that
I'm bi-curious, and I have often fantasized about sucking dick. She said that
she had long suspected it—especially since I eat my own cum off of her so often.
But she had no idea how to bring it up. She actually said that the joke about
licking someone else's cum off of her was really the only way she could think of
to bring up the subject.

It turns out that she was just as into the idea as I was. She was really looking
forward to watching me suck dick. I was later to learn that she was actually
into the idea of "forcing me" to suck dick.

After a long conversation about this, she agreed to arrange a threesome with one
of her ex-boyfriends. His name is Blair. She knew that he would be the ideal
candidate for my first dick suck because he has the biggest dick she's ever had.
And I told her that my fantasies involve well hung guys. Blair's dick is just
under nine inches long, and it's a little more than six inches around. Blair is
from Jamaica, so his dick is also uncircumcised; a feature that I also told Leah
that I might like.

Leah had no problem arranging it with Blair. He said he's had threesomes several
times where guys have sucked his dick. He said that usually it's the guy's first
time sucking dick (as it will be for me). He said that once girls tell certain
guys about his dick, they confess that they would like to know what it's like to
suck dick. Blair said that he, himself would never suck a guy's dick. "That's
for faggots" he would say in his Caribbean male chauvinism. "But I don't care
who is sucking my dick as long as they do it well, and they don't give me
nuthin' (meaning disease). Leah assured Blair that I am disease free, and that I
have no expectations that he reciprocate. Blair said that, in a couple of
instances in his threesomes, he actually fucked guys in the ass. I had told Leah
that my fantasies don't center on being fucked in the ass (especially with a big
dick the first time), but that I'm willing to give it a try only if she (or the
guy) is really into it in the heat of the moment.

The night finally came. When Blair came through the door, I knew that I would
not back out. He was handsome, dark skinned with a flawless complexion, and a
muscular build. I couldn't help but think to myself, "Here we are two guys
shaking hands as if we were at some business meeting, when we all know that the
only reason that he is here is to let me suck his dick."

Leah just said, "OK guys, let's do this." We had already left drinks in the
bedroom and had a CD of smooth jazz playing. Leah said, "Undress me guys." We
immediately began taking her clothes off. She reached for our belts and zippers.
By the time she was naked, she got on her knees and gave us a double blow job.
Blair's dick was amazing. I have only seen my own seven inches up close. So, to
see up close something that's nearly two inches longer, and also a little wider
than mine was jaw dropping (and mouth watering). Leah then began trying to take
a lot of Blair's dick down her throat for a while. She then stood up and
immediately French kissed me. She then said, "How'd ya like your first taste of
dick?" We all just laughed. She then completely ignored me and began finishing
undress Blair. She just said to me over her shoulder "Get naked Neal."

Once he was fully undressed, Leah laid Blair on his back and sucked him for
about another minute. I merely watched while stroking my dick. It was SUCH a
turn-on to watch my girlfriend sucking somebody else's dick. I don't think it
was merely that it was somebody else's dick. I think it was the fact that it was
such a big dick on such a well-built, dark skinned, handsome guy (whose dick I
was going to get my turn to suck as well).

Leah mounted Blair taking more than half of his nearly nine inches inside here
with a loud groan. She then put her hands on his shoulders and began moving up
and down slightly. Within about a minute Leah's pussy was repeatedly inhaling
all but an inch of Blair's dick. I assumed that was all that would fit.

While Leah rode Blair's dick, I got behind her and began licking her back and
quickly worked my way down to her ass cheeks. I licked them like large scoops of
ice cream. I slowly worked my tongue to her asshole. I first licked it many
times while making my tongue flat, wide and soft. Leah seemed to love the
sensation along with Blair's big dick thrusting inside of her. I then began
digging my tongue as deep inside her ass as I could. She became completely still
and began moaning loudly when I began this. So Blair began making more of an
effort to "fuck up" into her. I know that Leah loves it when I tongue-fuck her
ass so deeply, so her moaning came as no surprise. I was glad that she stopped
humping while my tongue was in her ass, because I otherwise would not have been
able to move along with her.

Leah then laid down on Blair while he fucked her. At this point I was digging my
tongue deep in her ass, then softening it as I twisted my head pulling it out.
She later told me that this softening and twisting technique gave her a more
intense sensation. At this point I was so into it that I was moaning myself. I
wonder if she felt the vibrations of my moans in her ass. I feel like I lost
track of time and space while I repeatedly dug my tongue deep into Leah. Her
moans and mine seemed to meld into a single voice filling the room.

She was so into it at this point that she began ordering me what to do. She said
things like "Tongue-fuck me!" "Stick it in deeper!" She even got to the point
where she said "Take it out, I don't want to cum yet. Lick Blair's balls. Lick
'em the way I told you. But don't suck his dick yet. I want to be watching you
when you suck your first dick."

I regretted withdrawing my tongue, but I obediently lowered my face to taste a
man's nuts for the first time. Blair's balls were nice and big. I think they
would have looked odd if they were as small as mine considering how big his dick
is. He had shaved his nuts, so they were nice and smooth. They were colder than
I thought they would feel on my tongue. But my licking quickly warmed them up.
As Leah had earlier taught me, I made my tongue wide and soft and licked from
the bottom of his scrotum up to the point below his dick where the scrotum ends.
He moaned from the moment my tongue touched him; so I know I was doing it right.
I was only allowed to do this for a little while before Leah hissed back at me,
"Put your tongue back in my ass, Baby".

I resumed tongue-fucking Leah's ass for quite some time. As much as I love it,
she let me do until my tongue muscles actually began to tire. I guess she could
tell, because at this point she decided to turn around and ride Blair's dick
while facing me. She then ordered me to lick her clit. It's not as if she was
barking instructions at me. It's just that I feel comfortable with the word
"ordered". It just makes me feel more like Leah's slave. And when it comes to
sex, I am completely willing to do whatever she wants, whenever and however she
wants it. Although, even though I fantasize about sucking dick, I don't think I
would ever kiss a guy—even for Leah. And I certainly wouldn't give a guy a rim
job or do any ass-to-mouth action for her even if she took a couple of enemas
before hand like the porn stars do.

They had their legs wide open and I crawled between them. The moment I licked
upwards on Leah's clit, her moaning instantly went to another level. After a few
moments, she started ordering me again. "Lick my lips on the left side. Lick my
lips on the right side. Lick my clit from side to side. Now do it upwards.
Flatten your tongue when you do it." She then was about to cum, and she made
sure that Blair and I knew it. She told Blair to put her on her side and fuck
her hard. She told me to "never stop licking no matter what." Blair and I were
like some carnal tandem tag team working on Leah's pussy from both sides. It
only took a few moments before Leah grabbed a pillow and began screaming into it
at the top of her lungs. Blair and I never missed a beat—his fucking her and my
licking her clit. Eventually she calmed down and eased my head from her clit and
pushed Blair to pull out of her pussy.

Leah had this dreamy-eyed look on her face while she whispered to us that this
was by far the most intense experience of any kind that she had ever had. She
declared that every single person on earth should experience that at least once
in their lives. As she spoke she was guiding Blair into position to suck his
dick. She got him on his back and she was on her knees beginning to suck him.
She told me to "Get under me and lick the juice out of my pussy. Then I want you
to help me suck this big dick". I obeyed. Her pussy was as juicy as I've ever
tasted it. She oozed for a little while. Blair's cum tasted exactly like my own.
By the time I thought I had gotten the last drop, Leah said to me, "Come on up
here Baby so you can suck some dick with me."

I moved to within a foot of Blair's dick intently watching every detail of
Leah's dick-sucking. Leah then peered over at me and put her hand on the back of
my head and guided me closer to his dick. She withdrew it from her mouth, and
said to me, "Are you ready to taste your first dick?" Without waiting for an
answer she just guided my mouth down on it. Actually I tasted it a little
already while I was licking her clit while they were fucking. I greedily and
nervously took in at least four inches of it with a big sigh. It was a sigh of
relief that I finally got my chance to suck dick. This is something I have been
fantasizing about for years, and now it has finally happened. I was delighted. I
started sucking with gusto. I would withdraw to the point where the rim of his
dick head was still behind my teeth; then I would dive down to take at least
four inches of him past my teeth. All the while Leah's hand was behind my head
essentially dictating the speed and depth. This turned me on immensely. I didn't
even realize this until she started pushing me down farther and forcing me to
linger longer and longer with Blair's dick lodged in my throat.

Before too long, Leah found my gag point. We later measured it to be the point
where about five and a half inches of Blair's dick were past my teeth. I could
still almost fit my fist at the base. Leah kept pushing me down to that point. I
couldn't breathe with it down that far. And Leah would make me linger with it
down there for a longer and longer period of time. I was so excited and enjoying
the experience so much that I wanted to pause and tell Leah that I was loving
it. But every time I tried to pull back, she never let me take Blair's dick out
of my mouth to talk. It was as if she was raping my mouth with Blair's dick. I
remember thinking to myself that this moment was so full of irony. Here was a
woman raping a man, but she was using another man's dick to do it. Not only was
I her slave at this point, but Blair had no control over the situation either.
He was a completely passive participant. Leah was loving every aspect of it. She
loved watching a blowjob up close. She loved being in control of the whole
arrangement. She loved having my mouth completely at her mercy. She loved
forcing me to linger with a mouth (and throat) full of dick until she deemed it
acceptable for me to breath again. She loved being in control of the depth and
speed of my dick sucking. She started fingering her clit at this point—even
though she wasn't yet ready for another fuck.

I was moaning my pleasure the whole time. As was Blair. Leah was talking to me
the whole time. She kept saying (sort of singing) things like, "How do you like
your first blowjob, Baby? I know you're just looooving this, right? Lick his
shaft while I hold you down. I bet you can't wait for him to cum, can you? You
wanna taste some cum, huh? You wanna taste some cum, don't ya? You wanna eat
some cum? I'm gonna make sure you don't miss a drop. Anything you miss, you're
gonna have to lick it up. I know you love to lick up cum. How about I let Blair
cum on my ass and let you lick it off? I'm sure that would be your favorite;
that way you could go right into another rim job once all the cum is gone. Or
would you prefer for him to cum deep in your throat? He could also cum into your
open mouth, ya know? Maybe I'll just make you lick the cum off my tits. At this
point Blair said, "Well I think it's a good time for you to make up your mind
Leah, because I'm gonna cum."

She then said, "I think I'll go with a combination of the above." She got on her
hands and knees on the bed and said, "Blair, I want you to come on my ass, but
before Blair's done, Neal, you're gonna deep throat him to suck out the last few
drops. Then you're gonna lick the cum off my ass and give me a rim job. I'm
gonna watch that part in the mirror." She pointed to the mirror over the
dresser. With that Blair stood up beside the bed and aimed his dick right at
Leah's asshole. He sprayed a long stream of cum across her ass checks starting
from her asshole. She then hissed, "Now, Neal, now! Suck his dick! Eat that cum,
Baby!" As I started sucking, Leah said "Swallow! I wanna see you swallow it." I
was greedily sucking and swallowing and peering over to her partly to make sure
I was doing it the way she wanted, and partly to make sure that she hadn't lost
her mind. She seemed almost crazed the way she was talking and looking at us.
When Blair calmed down, she hissed, "Now lick it off of me. Lick that stuff,
Baby. Don't miss a fucking drop. I'm watching you in the mirror. I know you're
lovin' it. I'm lovin' it too, Baby. Lick that cum up. Lick every drop or Blair
and I will spank your ass!" Blair said, "Now wait a minute." Before he could
start another sentence, she shushed him. She resumed, "Lick my ass. Lick that
stuff up!" As soon as she was sure all the cum was gone she hissed, "Now lick my
ass!" Leah bent down to put her upper body on the bed while her ass was high in
the air and resumed, "Stick your tongue deep in me. I want to feel it in my
tonsil, Baby. Stick it in deep. Yes, yes, yesssss! Tongue-fuck my ass. Lick my
ass, Baby. Lick it." Once she was satisfied with my rim job, she sat on my face
and had me bring her to orgasm while she sucked Blair's dick to orgasm. It was
surreal. With both of them cumming at the same time, it was as if Blair was
cumming in her mouth and through her body and down into my mouth. Both their
orgasms were more intense than their first. My own orgasm was soon to come.

Once they rested awhile, Leah decided to suck my dick. She told me to lay on the
sheet that we had put on the floor at the foot of the bed. She got down on her
knees and began licking the underside of my rock hard member from base to tip.
She then started licking my nuts too. Blair was sitting at the foot of the bed
watching us. It apparently turned him on, because he soon started stroking his
dick. Leah noticed this and ordered me to "Lick Blair's dick back to life". The
mere words instantly brought him to a full erection.

Blair got down on his hands and toes hovering over me with his dick an inch from
my mouth. As soon as I opened it, he plunged a good 4 inches into my mouth. He
began fucking my mouth changing the depth and speed of his stokes constantly. At
first he was banging my head on the floor with every down stroke. I quickly
realized this was because I was trying to suck him. Once I simply held my mouth
open for him to fuck down into it, he was no longer lifting my head from the
floor.

I lay there on the floor with Blair pistoning his dick in and out of my mouth.
He was genuinely fucking my mouth, as if it were a pussy (or an ass) alternating
between being on his hands and toes to his hands toes and knees. Leah was
meanwhile giving me a terrific blowjob while she watched, and directed the
facefucking in front of her. She then told Blair to slow down. She mounted me
and leaned forward and began licking Blair's nuts as he slowly fucked down into
my mouth. This made me envy Blair. Before long, Leah began tongue-fucking
Blair's ass while he was getting his dick sucked, or should I say, while he was
raping my mouth. This made me envy him even more, because even though I give
Leah rim jobs all the time, she hardly ever returns the favor.

I lay there thinking "This is the epitome of submission". I was getting my mouth
fucked by this beautiful beast while my girlfriend was licking his ass. Blair
is, indeed beautiful. His skin is dark, flawless and completely hairless except
for his arm pits and pubic area. He is muscular with a great ass, chest and
6-pack abs. I especially loved watching those abs flex as he fucked my mouth.
But of course, in the position from which he was face fucking me, everything was
flexing.

Blair must have really loved our "team effort" on him, because, even though it
had not been that long since the last time he came, he told us he was going to
cum again. He began fucking my mouth faster. It was so fast that Leah was unable
to keep her tongue in his ass, so she resorted to licking his cheeks. Blair
grunted really loudly, and let go several jets of cum in my mouth. Since had had
already cum, his load was not too big, but the jets were intense. It seemed like
he could have hit the ceiling if he were merely masterbating lying on his back.
His orgasm triggered Leah to come at the same time, and she stopped licking
Blair's cheeks and focused on rocking her pussy on me to stimulate her clit
while she fucked me. This feeling, and the jets of cum shooting in my mouth,
made me cum too. We were all groaning, grunting and moaning quite loudly and
were sure passersby outside could hear us. This was the most intense orgasm I
can remember, and I will never forget the day that I sucked my first dick.

miles51k@yahoo.com

Leah, Neal and Blair

Page 1 of 6

from:
http://www.richards-realm.com/stories/files/leahneal.txt

27.12.06

Humillacion verbal e internet

Las charlas por internet son inmejorables para los que los nos gusta la mezcla de masturbación y humillación.

El problema no es encontrar a alguien que le guste. Lo difícil son los malentendidos. Porque para cada uno la humillación es una cosa.
Así como con el sado se ha extendido el error de que BDSM es una señora vestida de cuero con una fusta, con lo de la humillación se ha extendido que lo que procede es llamarle a alguien cerdo, perro, etc. Como si existiese una fórmula.
Es tan variado como lamer a una chica. A unas les gusta así, otras asá, otras usando los dedos, otras no, otras por delante, otras por detrás. Un mundo. Como casi todo en el sexo. Con la humillación (al menos en mi caso) pasa igual.

En general me gustan más con chicas. La única razón de eso es que, incluso cuando están calientes, no entran en el punto pesado, obsesivo, coñazo, monotemático de los tíos. Cuando un tío está caliente, se pone a piñon fijo con su fantasia preferida y no es capaz de hablar de otro tema. La de charlas que he cortado porque el tio se empeña en hablarme de su leche, que si la trago, que si en cara, que si en mi boca y venga y dale... O con que le cuente como es la ropa interior de mi novia, y que le diga cómo se la pone, como se la saca, si huele o no,... el coñazo del siglo.

El otro coñazo es que creen que estás para satisfacerles, que tienes que escribir y escribir sin parar, mientras ellos dicen "mmmm",... "aaahhhh",..." siiiii". Lo más aburrido del planeta.
Y como postre, el 98% se pira SIN AVISAR, en cuanto se ha corrido.

Yo tengo tres tipos de charlas preferidas:
1. El interrogatorio:
Un chico/a que sea como curiosidad, como burla,... se dedique a preguntar, desde una cierta posición de superioridad, todo sobre mi vida sexual, con los mínimos detalles. Y yo respondiendo la verdad en el 100% de los casos (si no, ¿dónde está la gracia?). E intentando sacar lo más oscuro, lo más comprometedor, lo más inconfesable...

2. El "espejo":
O la auto-consciencia. Las charlas que no hablan de otra cosa que de la charla. Una charla que sólo habla de que ya estoy ahí, sentado delante del ordenador, pajeándome. Recordando que me excito viendo letras, ni fotos, ni videos, ni una chica de verdad. Letras. Con una chica que podría ser un chico. Con un chico que podría ser un anciano. ¿Qué, sigues ahí, dándole?
¿No te importa estar ahí con los pantalones bajados? La cara que estarás poniendo...

3. El macho
Consiste en entrar con nicks que digan casado, cornudo, sumiso,... y esperar a que le apetezca charlar a un tio que se vea superior, que se vea un tio de verdad, un macho. Me encanta cuando además son (o me dicen que son) altos, cachas o cuidados, con una polla y huevos bien grandes, depilados, y que les encanta tener a un marido servicial lamiéndoles mientras ellos están con mi pareja. Y si son (o dicen ser) bisex activos, mejor.

22.11.06

Una maravilla


Foto encontrada en donde hay otras muchas maravillas más.

Me encanta esta foto. Me encanta la expresión en la cara de ella. Cierto gesto de burla.

No deja de ser la versión de todo un clásico, Aristóteles bajo Filis. "Un episodio en que el sabio, luego de haber reprendido a su alumno, Alejandro Magno, por su debilidad con Filis, se deja seducir por ella hasta el punto de permitirle que lo cabalgue enjaezado como un caballo.

20.11.06

Teen femdom



Más en bruteens

10.11.06

SOMETIENDO A UN MATRIMONIO


SOMETIENDO A UN MATRIMONIO Como fue que fui logrando que una pareja amiga, se convirtiera en mis esclavos.

Toda esta historia me sucedió hace un par de años. En aquella época yo tenía 48 años, estaba, como ahora, casado y tenía por costumbre el tomar una copa, al salir de la oficina, en un pub cercano a la misma donde nos juntábamos bastantes personas que trabajábamos por los alrededores. Era un rato agradable el que pasábamos allí hablando unos con otros y, aunque no era el objetivo principal, también ligando con las colegas que se reunían con nosotros.

Había hecho cierta amistad con Juan que era un hombre de unos 30 años que solía ir por allí. El tenía por costumbre tomarse un par de copas e irse temprano ya que tenía que recoger a su mujer que salía del trabajo una hora y pico después que él.

Cierto día que estábamos charlando Juan y yo, apareció por el bar una chica que se acercó a Juan y le dio un beso en los labios. Juan me la presentó como su mujer Ana. Ella tenía unos 30 años, era morena, con el pelo hasta media espalda, una nariz respingona y unos ojos oscuros preciosos. Era más bien bajita y aunque no medía más de 1,65 cm., tenía un cuerpo fantástico en el que destacaban unos pechos contundentes, su culo respingón y unas magnificas piernas. Vestía elegantemente con un traje de chaqueta rojo con la falda hasta la rodilla de una conocida y cara marca, y unos zapatos bajos a juego.

La velada transcurría muy agradablemente, Ana, aunque tímida al principio, resultó ser una chica simpatiquísima y la conversación era muy fluida. En un momento determinado de la conversación pasó cerca una chica no muy guapa, pero que vestía de una forma bastante provocativa ya que llevaba una blusa muy escotada, una minifalda y unos zapatos de tacón de aguja de unos 12 cm. y yo me quedé mirándola. Entonces Ana me dijo: -Chico, se te van los ojos.

-Sí, la verdad es que me ha gustado. Dije yo.

-Pues no vale nada. – Me contestó.

-Mira- dije – Para mí el físico en una mujer es importante, pero sobre todo lo es el que se vista y haga lo que a mí me agrada. A ver si me explico, tú vistes muy elegantemente, pero vas vestida para agradar a otras mujeres y competir con ellas y en cambio ella se viste para agradar a un hombre, y eso a mí me gusta.

-¡Serás machista! -espetó -No se si será un problema de machismo ni me importa, lo que si sé es que eso es lo que me gusta de una mujer. -Contesté molesto por el insultó.

-Claro, a ti lo que te gustaría es tener una esclava en casa- ella estaba muy enfadada y hablaba muy alto.

-¡¡¡Venga, venga!!! Dejarlo ya.- intervino Juan para ver si tranquilizaba las cosas.

-Tú cállate y pídeme un cubalibre- Le corté- y si- continué mirando otra vez a Ana- me gustan las mujeres sumisas a las que les importan mis gustos para intentar agradarme.
-Y si no hacen lo que ordenas ¿Qué haces? ¿Las castigas? – dijo ella con una sonrisa cínica en su cara.

-Pues mira, si ese es el acuerdo al que he llegado con mi pareja, sí y además te informo que es el acuerdo al que prefiero llegar con mis parejas, y eso es lo que a lo mejor tu necesitas - contesté para provocarla y enfadarla ya que me había ido irritando cada vez más.

En ese punto volvió Juan y el tema se quedó en el aire. La verdad es que yo siempre había fantaseado con la dominación, pero hasta el momento solo había tenido una experiencia y fue cuando tenía 25 años y desde que me casé no había vuelto a practicarlo aunque seguía fantaseando con el tema y me hubiera gustado continuar la conversación para ver a donde iba a parar. Terminamos las copas y nos fuimos y aunque el ambiente entre nosotros estaba algo tenso nos despedimos con bromas y comentando que volveríamos a vernos. Coincidí con Juan 2 veces en esa semana y manifestó su desagrado porque Ana y yo no habíamos congeniado a lo que yo le respondí que eso no era así que a mí Ana me había caído muy bien, pero que teníamos diferentes criterios sobre la pareja y que eso no significaba nada.

-Eso es lo que me dice ella, pero me hubiera gustado que os llevarais mejor- me contestó

Al cabo de 3 días volvió a aparecer

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Ana y eso me extrañó ya que no la había visto nunca y de repente 2 veces seguidas era cuando menos sorprendente. Esta vez venía un poco más sexy que la otra vez. Vestía un jersey escotado y muy ceñido al cuerpo que marcaba sus magníficos pechos, una falda por encima de las rodillas y unas sandalias de tacón con una cinta que se ataba dando vueltas a la pierna. Nos saludamos calurosamente, nos miramos sonrientes a los ojos, tanto ella como yo supimos que el segundo round del combate iba a comenzar y los dos estábamos dispuestos a ello. La conversación comenzó tranquila, pero al poco tiempo ella dijo: -Parece mentira que un macho dominante como tú tenga esos problemas en el trabajo… -A mí solo me gusta la sumisión en las relaciones personales en el trabajo me gusta el diálogo y el equipo y ahí no distingo entre hombres y mujeres, somos todos profesiones.

-¿En las relaciones personales? ¿Qué pasa? ¿Qué cuando estás tomando una copa con mi marido y charlando le obligas a que te la chupe? -Eso solo lo hago cuando le he obligado a que se vista de mujer y se convierta en una puta.

Los dos dejamos de mirarnos a los ojos y nos volvimos hacia Juan. El estaba totalmente enrojecido y nos miraba con cara de sorprendido y humillado. Ella dijo: -Te advierto que una vez lo hicimos y quedó estupendamente.

-¡¡¡Ana!!! Exclamó Juan -¡Cállate y déjale que cuente! Dije yo -¿O sea que mi marido travestido te da morbo? No me lo puedo creer se rió Ana

Yo miré a Juan y me fijé por primera vez en él como objeto sexual. La verdad es que era rubito, barbilampiño, con la cara redonda y un poco afeminada. Me lo imaginé con una peluca y pensé que podría ser una bonita chica. Nunca me habían interesado los travestís, pero ya se sabe que no hay que decir nunca de esta agua no beberé.

-Venga cuenta como se travistió.

-Fue en Carnavales, teníamos que ir a una fiesta de disfraces y él se disfrazó de chica, pero de una forma muy zafia y entonces yo le dije que si lo hacía lo tenía que hacer bien y yo le vestí como lo hacemos las mujeres para las fiestas, muy sexy, maquillada…. Y el resultado fue espectacular. Además él se lo tomó muy en serio. Al volver fue fantástico, él o ella o como sea estaba excitadísimo… -¡¡¡Ana!!! ¡¡¡Por favor!!! Protestó Juan.

-Cállate ya putita – dije yo sin pensar lo que decía. La verdad es que creí que me había pasado varios pueblos y cuando iba a disculparme vi como Juan bajaba la mirada y asumía mi insulto y aceptaba la humillación. Me quedé pensativo y dirigí mi mirada hacia su entrepierna y observé que estaba excitado.

No sabía si seguir con el tema o no. Había empezado a coquetear con Ana y me había encontrado con Juan entregado. A mí la que me interesaba era Ana, pero me excitó pensar en ella entregada con su marido. Hasta aquel momento yo no tenía ninguna intención realmente sexual con ellos, pero mi excitación me hizo seguir.

-En vez de protestar - le dije a Juan – cuéntame tú algo de ella.

-¡¡¡Juan!!! ¡¡¡Ni se te ocurra!!! – Chilló Ana.
Juan miraba a Ana sin saber que hacer y yo le agarré la mandíbula y le volví la cara hacia mí y le puse el dedo pulgar sobre su boca y miré a Juan directamente a los ojos y le dije: -Continúa con lo que ibas a contar.

Mientras me miraba a los ojos abrió la boca y se introdujo mi dedo en la boca y cerró los ojos. Yo retiré mi mano totalmente alucinado de todo lo que estaba pasando (menos mal que estábamos en un rincón discretísimo del local y nadie se percataba de lo que ocurría).

-Fue hace unos años, habíamos estado tomando unas copas y bailando con unos amigos y cuando íbamos para casa Ana se dio cuenta que no llevaba tabaco, por lo que paramos en un pub que estaba abierto. Como teníamos que pedirlo en la barra decidimos tomar la última aunque ya habíamos pasado nuestro límite. Pedimos y estábamos tomando la copa cuando apareció una pareja compuesta por un señor muy elegante con traje y fulard y una señora vestida con un traje cortísimo de cuero con unos zapatos de tacón de aguja y muy altos y una correa de perro en el cuello y se pusieron cerca nuestra a la vista de Ana. Había bastante gente y no podían acercarse a la barra, Ana, que estaba bastante bebida, no dejaba de mirarlos con cara embobada y de repente la chi
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ca se acercó a nosotros y le dijo a Ana que de parte de su amo que le pidiera un whisky, que lo pagara y se lo llevara. Ana y yo miramos al amo y él mirándole a Ana le hizo una seña de asentimiento y Ana se giró y pidió la copa. Cuando se la sirvieron, pagó, se levantó y se acercó muy seria al señor. Le entregó la copa, él le dijo algo y ella se agachó haciendo como que se le había perdido algo, pero yo vi entre la gente como se arrodillaba y besaba los pies no solo de él sino también de ella y se levantaba, miré a ver si alguien se había dado cuenta, pero gracias a Dios nadie miraba. Cuando estuvo de pie el señor le dijo algo al oído mientras me miraba y asegurándose de que yo le veía cogió el pezón de Ana, se lo retorció con fuerza y la mando a donde yo estaba. Cuando llegó me dijo que nos fuéramos y nos fuimos a casa sin comentar nada sobre lo que había pasado y al llegar a casa hicimos el amor como no lo habíamos hecho nunca. Ella me pedía que le insultase y le pegase y yo lo hice, pero no me gustó demasiado y desde entonces no hemos vuelto a hablar de lo que pasó hasta hoy.

Mientras contaba esta historia yo miraba a Ana y ella enrojecía segundo a segundo. Al terminar dijo en voz baja: -Eres un cerdoY levantándose se fue hacia los servicios. Yo la llamé y al volver le agarré cariñosamente de la mano, se la besé y mirándole a los ojos le dije: -Haz lo que tengas que hacer, pero cuando vuelvas hazlo sin bragas ni sujetadorEstuvo fuera veinte minutos. Yo empezaba a pensar que Ana se había ido y me parecía de lo más normal, aquello se nos había ido de las manos. A Juan le pedí que me trajera otro trago y seguimos hablando de cosas intranscendentes. Cuando llegó Ana miré hacia sus pechos y pude ver sus pezones erectos marcados en su jersey y me dio un vuelco el corazón.

-¿Lo has hecho? –Le preguntéElla afirmó con la cabeza, -No te oigo – dije yo un poco más alto -Si. Me he quitado las bragas y el sujetador -Dámelos – le ordené

Ella metió una mano en el bolso y me las dio. Las prendas eran de seda negra, el sujetador tapaba medio seno y debía dejar los pezones medio a la vista y la braga era tipo tanga y estaba muy húmeda. Las cogí y se las di a Juan diciéndole: -Vete al baño y póntelos El me miró a los ojos, la miró a Ana que bajó la mirada y se levantó. Cuando nos quedamos solos le dije a Ana: -¿Quieres seguir con esto? -Sí - me contestó con la mirada baja -Mírame – le inquiríElla me miró y me sonrió – Si mi Amo quiero que seamos suyos, estaba deseando encontrar a alguien al que entregarme totalmente y el hacerlo con Juan todavía me excita más.

-Por cierto ¿Qué te dijo el señor al oído? – Le pregunté recordando el relato que me había hecho Juan.
Ella sonrió y dijo: Quería que fuera a ese bar 2 días después para entregarme a él, pero no quería romper mi matrimonio y no acudí a la cita.

Juan volvió con la cara de color rojo vivo, debía creer que todo el mundo se había dado cuenta de que llevaba el sujetador y el tanga. Cuando se sentó les dije a los dos: -Os he hecho poneros así para que entendáis que es lo que quiero de vosotros. Quiero que Ana esté siempre a mi disposición, hará lo que yo le ordene, se vestirá como yo le diga, es decir, como una esclava fetichista, látex, cuero, minis, tacones etc. Su entrega será total, pero no os preocupéis porque yo iré exigiéndole las cosas poco a poco y salvaguardando siempre vuestra intimidad para que nadie sepa de que va esto, y por supuesto en el momento en que queráis esto se termina. Eso si, si desobedecéis o hacéis mal las cosas habrá un castigo y con respecto a Juan a partir de ahora pasa a ser Juana la criada de Ana, hará lo que le diga yo, pero también tendrá que obedecer a Ana, la cual también le podrá castigar. Nada más entrar en casa se convertirá en una puta como su Ama. Ana le educará en el proceso de feminización y le enseñará todos los trucos de mujer. Tendrá que depilarse, maquillarse, cambiar de voz, y todo lo que le exija el comportarse como una puta. Os queda prohibido en mirar ni fantasear con ningún hombre. Con las mujeres podéis, pero tenéis que decírmelo. Tenéis cinco días para prepararlo todo y el lunes por la noche iré a vuestra casa a tomar posesión de lo que me pertenece: un par de esclavas

Continuará...

Si te ha gustado el relato escríbeme.

Autor: Luis47 luis4718 (arroba) hotmail.com

31.10.06

Middle finger / fuck you / giving the finger

Conozco a pocos enfermos como yo, a los que algo tan sencillo, les ponga tanto tanto tanto.












25.10.06

Mas posibilidades



Más información de Buck Angel en su web y algún video porno en otras páginas.

20.10.06

Wife Tries Something New Ch. 04


by slowdeep ©

The next three weeks were spent with Paula lovingly teasing my cock. Her finger never penetrated my ass during this time. Neither did her cock shaped vibrator. When she first started fucking my ass and making me suck my cum off the vibrator I hated it. I felt so humiliated. Then the power and control she had over me was overwhelming, intoxicating.

She had taken me to the point where I wanted to have my ass fucked; where I wanted to not only suck my cum off her vibrator but a real dick, too.

All she did now was slowly and gently stroke the head of my dick until I was out of my mind. While she stroked my cock she would whisper in my ear about having my ass fucked; filling it with big hot cock. She would tell me in vivid detail how she wanted me to suck dick. In no time I would be fucking into her hand; trying to get release from her torturous cock teasing.

As I started fucking her hand she would moan and say "Oh you must love the idea of sucking cock. You fuck my hand harder and faster when I talk about it." She would barely touch the head of my dick and slowly stroke up and down. Cum was starting to leak out of my dick. "Is that what you want to do for me? Suck a big thick dick?"

I didn't answer. I could only moan into my pillow. She gently giggled and said "I love when I make you feel so good that you moan like that. And to think it's all because I have you begging to suck a juicy dick for me. It makes me so wet to know I make you want to suck cock this badly. Poor little thing. I'm just going to have to get you a real dick to fulfill your lurid desires. I think you would you rather suck cock than fuck a pussy. And I'm going to get you so horny you will love every second or should I say every drop of it."

She laughed so sweetly, "you're going to be such a cock sucking slut. I can't wait to see a fat dick stuffed in your mouth." All I could do was whimper and yell in tortured lust. I was trying to deny the fact that I really did want to suck cock but my cries and leaking dick told her what she was saying was exactly right.

My balls tightened, my cocked swelled. I could feel the cum deep inside me begin to be ripped from my dick when Paula stopped. I was in agony. I wanted to cum so badly. I begged her to let me cum but she refused.

"When you admit to me that you really want to suck cock I will let you cum."

¿quieres leer el resto?

Yo soy ella



Me pasa algo curioso... En el porno me suelo identificar con la chica. Normalmente, en escenas de femdom, me pone mucho más ver como una chica domina a otra que a un chico... Pero no porque me apetezca ver a esas dos chicas: es que me gustaría SER la chica dominada.

Lo mismo hago al "inspirarme" en fotografías de tríos MHM (mujer hombre mujer) que son los que mas me gustan... No porque me imagine entre dos chicas (que lo he hecho varias veces, y está mu bien, que conste) sino porque me imagino una de las chicas,... normalmente la que no folla con el chico: la que coloca la polla en el coño de la otra, la que se la chupa a el antes de follar...
En casos de fotos de trios de HMH, me imagino la chica. En los bukkake de lluvia dorada (los de semen no me ponen ni en foto), me imagino la chica, la víctima.
En cambio en las fotos de una pareja HM, me suelo imaginar fuera de la escena. Por eso me gustan MUCHISIMO más las fotos en las que la chica mira a cámara.

Solo me imagino siendo el chico en el porno con transexuales activos.

Así de liosa es mi fantasía sexual...

11.10.06

Cada dia un poco mejor



Hace un tiempo comentaba como me encargaba yo de casi todas las tareas de casa.
Lo bueno es que con el tiempo se ha establecido que yo lavo los platos, barro y paso la fregona siempre.
Ella cocina cuando le apetece; cuando no. Suele ser diario, pero no existe ningún compromiso en eso.



(apunte sociológico: lo que es la hostia es que esto que a mi me entretiene porque lo elijo yo, es la vida diaria de la gran mayoría de las mujeres, pero además con compra y comida incluidas...Que bonito leer a Pierre Bordieu (la dominación masculina) y ver cómo cuenta como los hombres se encargan de las actividades excepcionales y las mujeres de las penosas, tediosas, "grises"... Como en el campo, en cosas tan aparentemente simples como la recogida de la aceituna, por ejemplo, es el hombre el que agita la vara, las mujeres las que se agachan y recogen las aceitunas. El libro es un rollo a veces, pero a cambio regala momentos de iluminación de esos pequeños actos de todos los días que siguen manteniendo a las mujeres como la segunda clase de seres humanos. Impresionante.)

7.10.06

Orgasmos arruinados



Otra idea que me ronda a veces y en alguna ocasión he practicado: los orgasmos arruinados.
Consiste en ser obligado a correrse lo más rápido posible. Y, aparte de mitologías de peli porno, un orgasmo llega en menos de 5 minutos. Lo mejor es cuando uno está muy caliente y se reduce todo lo posible el tiempo entre que se empieza a tocar uno y se corre.
Un añadido (por eso de la humillación) puede ser el que se te obligue a hacerlo cara a la pared o irse al baño a hacerlo, para dar la lata lo menos posible.
De-li-cio-so.

3.10.06

La placentera tortura de la mentira



Hay ocasiones en que (como siempre sucede cuando surgen estas ideas) estando caliente me pone la idea de vivir víctima de una chica que, mirándome fijamente a los ojos, con sus brazos en mi cuello, con toda la dulzura y una sonrisa en la cara, me dijese que sólo existo yo, que cómo se me ocurren pensar que se acuesta con otros...

... pero que un día me encontrase que ha salido sin ropa interior, otro día que un tío la ha acompañado hasta casa, que se ha ido una semana sin decirme donde, que una noche duerme fuera, que huele distinto...

la certeza de que está acostándose continuamente con otras personas, y su insistencia diciendo que no sucede nada de eso, que es mi imaginación...

La certeza de que miente.
Su capacidad para hacer que esa certeza parezca menos cierta.
Y estar absolutamente loco por ella, adorarla.

21.9.06

Lameculos



Al hilo del relato de ayer, si no fuera por la cantidad de enfermedades que se pueden transmitir por lamer culos (1), estaría suplicando continuamente a las chicas que conozco que me dejasen lamérselo. Con los ojos vendados, ellas de pie y yo de rodillas, ellas sentadas en mi cara, en público, en privado, como quisieran... Es algo que me pierde, que adoro.
Y lo más divertido, es que la cosa no le ponga en sí, sino el poder de tener al tío haciendo eso... o cosas peores.

Alguna de esas "cosas peores" las he probado. Sin ganas de repetir, porque una cosa es la fantasía y otra la realidad. Pero la sensación de humillación es inmensa, fantástica y el recuerdo dura décadas. Difícil sentirse como algo más bajo.

(1) Algunas de las enfermedades que se pueden pasar son Hepatitis A, Hepatitis E, giardiasis, fiebre tifoidea o shigelosis...
Vaya mierda.

20.9.06

Relato scat (que conste que he avisado)

Traditore
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La perfecta pareja americana
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Título original: The Perfect American Couple
Autor: desconocido sacada de
http://www.scatsexblog.com/2006/06/25/the-perfect-american-couple
Traducido por GGG, agosto de 2006


Resulta tan extraño al mirar hacia atrás, pensar en como me metí en todo esto. La hija de mi mejor amigo, ¡por el amor de Dios! Aún no sé si estoy arrepentido, eso es lo espeluznante. Sea lo que sea, el hecho es que ahora vivo para esa chica, y solo tiene 18 años. Y yo soy 22 años mayor que ella. La primera vez que estuvimos juntos realmente sentí que si su padre (mi mejor amigo) llega a averiguarlo, bueno, no sabía lo que pasaría. Todo empezó hace aproximadamente un año justo. Estaba en la fiesta del decimoséptimo cumpleaños de Naomi. Había estado en todos ellos. ¡Coño! Si estaba allí cuando nació. Iba camino de Nueva Jersey cuando recibí la llamada de mi mejor amigo, Mark, que su mujer iba a soltar a su hijo. Incluso puedo recordar que al nacer pesó 6 libras y 9 onzas (unos 3,5 kg). Aunque ese día Naomi pesaba más, como unas 115 (unos 52 kg), y siendo enmitad del verano, no llevaba mucha ropa que cubriera su cuerpo floreciente. Puedes intentar no prestar mucha atención a estas cosas cuando es la hija de tu mejor amigo, pero Naomi había desarrollado unos pechos hermosos y llenos y un precioso culo redondo. Todo esto con lo que parecía no más de 22 pulgadas (unos 56 cm) de cintura en un cuerpo de 5 pies y 6 pulgadas (como 1,65 m). Era impresionante de contemplar, con su largo pelo castaño, ojos verdes almendrados, y rostro con forma de corazón. ¡Jesús! Tal vez haya estado enamorado de ella todo este tiempo. Si lo estaba, no era yo solo. Siempre que visitaba a Mark y su familia, nunca dejaba de notar que Naomi había dado lugar a una especie de club de fans entre sus compañeros masculinos, y el teléfono parecía sonar constantemente para ella. Aunque Naomi se había decidido por un tío, un tío llamado Matt que debía tener unos 19 años. Me daba cuenta de que Mark nunca parecía demasiado protector con Naomi, y ella y Matt tenía libertad para ir y venir cuando les apetecía.

Cada vez que iba por allí notaba que Naomi parecía que era cada vez más consciente de mí presencia. Esto me sorprendía, porque era justo lo contrario de que lo que esperaría de una chica de su edad. Siempre sacaba tiempo para hablar conmigo, y a veces manteníamos la conversación durante un buen rato. Una vez hablamos durante casi una hora mientras su Papá y su Mamá se ocupaban en ser los perfectos anfitriones en la fiesta a la que yo asistía. Me sorprendía su candor y su aparente madurez. Supongo que sospeché que podía haber tenido un pequeño enamoramiento conmigo, pero también pensé que podía ser solo ilusiones de hombre mayor, y me lo aparté de la cabeza. Así que cuando asistí a la fiesta de Naomi me quedé un poco sorprendido al ver que ella parecía tan dominada. Era algo sutil, y ningún otro parecía notarlo, pero me golpeó en la cabeza. Me saludó con su habitual e impresionante sonrisa, pero había a su alrededor un inconfundible aire de tristeza. La única vez en que pareció romperse fue cuando abrió el anillo de ópalo (su piedra de nacimiento) que le había regalado por su cumpleaños. Se lo puso inmediatamente y lo llevó puesto el resto de la noche. Cuando la noche declinaba el resto de la familia se centró en una película del cable en la sala familiar. Pero Naomi y yo nos habíamos encontrado en la cocina y empezamos una conversación intrascendente. Le pregunté que como se sentía al cumplir los 17 y me dijo que bien.

"No me siento más mayor," dijo riéndose. "Bien, ¿y cómo te sientes?" le pregunté en un tono ligeramente más serio. Sentía que lago la estaba agobiando y quería ayudarla a salir. "¿La verdad?" preguntó mirándome de frente. "No demasiado bien. Matt y yo tenemos dificultades." Esperé. "No sé. Matt me dijo ayer que pensaba que deberíamos empezar a relacionarnos con otra gente. Estoy bastante segura de que ya tiene en mente a alguna otra. En todo caso esa es la razón de que no esté aquí esta noche. Bajó la vista hacia la mesa de la cocina. "Sé que probablemente ya sabes todo sobre estos temas, así que no te aburriré con ellos...", dije. "No, sigue y abúrreme." Me encendió su sorprendente sonrisa. No sé, el tiempo a veces parece detenerse cuando me sonríe de esa forma. "Vale. Hay montones de peces en el mar. Todos pasamos por esto alguna vez. También pasará. Uh, es como los trozos de galleta..." "¡Vale, vale! ¡Puedes parar!" dijo riéndose. "Pero en serio, no sé que voy ahacer..." "Bien, puedes hacer bastante lo que te dé la gana, tal como yo lo veo." Dije, y otra vez me miró de frente. Sentí que me recorría la espina dorsal un leve sudor frío. "Eres una chica tan espléndida, probablemente podrás tener el chico que te apetezca." Se sonrojó y apartó la mirada. "Jesús, ni siquiera se me ocurrió que tú lo notaras. Al menos no en ese sentido." Intentó sin éxito esconder una sonrisa. "En todo caso, los chicos no es que caigan precisamente a mis pies." "Deberían hacerlo," dije. Luego me incliné hacia ella y le susurré en plan conspirador. "Me imagino que una chica como tú tiene casi constantemente chicos suplicando para besarte el culo." Tan pronto lo dije hubiera deseado poder retirarlo. No hay ni que decir que era un comentario totalmente inapropiado para que un hombre de 39 años se lo hiciera a una chica de 17 recién cumplidos. ¡También estaba demasiado cerca de lo que sentía yo en aquel momento!

"¿Besarme el culo?" susurró a su vez con una risita. "¿Quién suplica para que le dejen besar el culo de una chica? Además no creo que nadie quiera besarme el culo. Es muy gordo, ¿no crees?" Y se levantó y se dio la vuelta, con la cabeza sobre el hombro para mirarme. Eso me colocó en el borde. Sabía que estaba totalmente fuera del tiesto cuando le susurré, "¿Estás de puta broma? ¡Tu culo es absolutamente perfecto! ¡Ahora corta el rollo y siéntate!"
Esto hizo que dejara escapar un amago de carcajada sorprendida mientras se llevaba la mano a la boca y se sentaba en la silla. Los dos volvimos las cabezas hacia la sala familiar, pero nadie salía ni decía nada. Supongo que la maldita película era muy buena...

Había tanto calor en sus ojos cuando me volví hacia ella. Calor matizado de placer y malicia. "Deja que te haga una pregunta. Y quiero una respuesta sincera," dijo tranquilamente. "¿Si fuera más mayor,..." sabía lo que seguía. "... saldrías conmigo?" "Cariño," respondí en un tono demasiado serio, "sería el primero en arrodillarme delante de ti... y suplicarte... que me dejaras besarte... el culo." Y le di un apretón en la mano al terminar el comentario. Esto le provocó otro brote de carcajada sofocada, la mano en la boca. Se la veía tan bonita y excitante. Era increíblemente asombrosa. Y me sentía como un cerdo increíble.

"Bien, probablemente no deberías hacerlo," dijo. Su tono se había hecho un poco serio y empecé a temer que tal vez hubiera decidido que me había pasado. "Porque," siguió, "probablemente te dejaría hacerlo." Era mi turno de sentirme conmocionado, pero lo oculté mejor de lo que lo había hecho ella. "Y entonces tendrías que ser mi esclavo. Besándome el culo siempre que
me apeteciera. Y quien sabe, probablemente me apetecería todo el tiempo." Estaba impresionado. No sabía que decir, y supongo que no lo estaba ocultando del todo bien, porque dijo, "Pero probablemente a ti te gustaría eso, ¿verdad?... Besarme el culo. Ser mi esclavo." Sus ojos brillaban con un placer casi diabólico.

De repente se levantó de la mesa y dijo, "Voy a prepararme un vaso de agua. ¿Quieres algo?" Luego se dio la vuelta y me miró por encima del hombro. Sabía que no podría evitar que mis ojos cayeran involuntariamente hacia aquel culo suyo, perfectamente redondeado, prieto, precioso, de 17 años recién cumplidos, femenino. Y cuando ocurrió me quedé embelesado con la conocida seducción de la sonrisa que se extendió por el hermoso rostro de aspecto inocente. Aparentemente la película había terminado finalmente, porque el resto de la familia empezó a vagar adormilado por la cocina. Decidí que era hora de irse. Me despedí de todo el mundo y me dirigí hacia la salida. Naomi me acompañó hasta la puerta. Cuando llegamos allí me pasó los brazos alrededor del cuello y me dio un fuerte abrazo. Dijo con voz normal, "Gracias por tu regalo." Luego añadió susurrándome al oído, "Gracias por todo, Tío Jack. Que pena que no sea más mayor. Me encantaría oírte suplicar que te dejara besarme el culo." Luego me dio un dulce beso en la mejilla, de duración ligeramente mayor que la apropiada.

Cuando llegué a casa no podía dormirme en absoluto, y acabé meneándomela a
lo tonto pensando en ella antes de caer finalmente. Al día siguiente estaba
un poco mejor, pero todavía me sentía muy distraído. Era por la tarde,
supongo que sobre las 4:00 de la tarde, cuando estaba analizando la
naturaleza de los sentimientos por mi "sobrina". ¿Era solo lujuria?
Claramente había mucho de lujuria en ello. Pero su sonrisa me fundía el
corazón, y ahora me daba cuenta de que había pensado en ella a menudo antes.
Tal vez demasiado a menudo. Desde luego había resistido activamente a pensar
en ella sexualmente, pero había estado en mi mente cada vez más al menos
durante un año.
Luego sonó el teléfono. Contesté y casi me caigo cuando escuché la voz del
otro lado. "¡Hola, Tío Jack!"
"Hola," respondí tartamudeando.
"¿Es mal momento?"
"No, no," contesté rápidamente. "Realmente esta pensando en ti
precisamente." Me mordí literalmente un nudillo después de haber dicho eso.
"¿De verdad? Bien, yo también he estado pensando en ti. Creo que deberíamos
hablar algo más. Sigo defraudada con lo de Matt, ¿sabes?" Su tono no daba
pistas del tono subido que había tenido nuestra conversación la noche
anterior.
"Está bien. Tal vez pueda pasarme por casa de tus padres esta noche después
de cenar..."
"Bien, realmente ahora estoy en la escuela. Tenemos prácticas veraniegas de
la banda, y podría usar la vuelta a casa..." Este juego se estaba poniendo
peligroso. Contemplé brevemente que hacer.
"Vale. Te recogeré en unos 15 minutos." Dejé un mensaje a mi secretaria de
que estaría fuera el resto del día. Cuando llegué a la escuela sentí
vergüenza de repente. Decidí que simplemente la llevaría a casa y que eso
sería todo.
La vi de pie fuera de la escuela. Tenía un aspecto espléndido. Llevaba una
blusa sencilla y un falda plateada. Me sorprendió que alguien que era
todavía esencialmente una niña pudiera parecer tan mujer. Tan hermosa.
Abrió la puerta del coche y saltó dentro diciendo, "Hola. Gracias por venir
a recogerme. Papá está todavía en el trabajo y Mamá ha salido con sus
amigas." Se inclinó sobre mí y me dio un rápido besito en la mejilla. Mucho
más en la línea de lo apropiado pero todavía sentí un cierto rubor en la
cara.
"Háblame de Matt." Dije.
"Realmente preferiría hablar sobre nuestra conversación de la última noche."
"Realmente lamento mucho eso," la corté rápidamente. "Fue muy poco apropiada
y creo que es mejor que nos limitemos a olvidarla. Solo estaba intentando
que colocaras todo el asunto con Matt en perspectiva. Eres una chica
preciosa, te las apañarás bien por ti misma."
"Entonces, ¿no quisiste decir el resto de lo que dijiste?" preguntó. Su tono
sugería que ya conocía la respuesta, pero no quería resultar presuntuosa.
"Sí, claro que dije lo que sentía. Pero tú solo tienes 17 años y eso es un
problema."
"Entonces, ¿de verdad me suplicarías que te dejara besarme el culo?" dijo
casi dándolo por hecho. "Dime. ¿Qué dice un tío cuando le pide a una chica
que le deje besarle el culo? Dime solo un poco. Es solo curiosidad."
"Naomi. Por favor. Sí, creo que eres muy atractiva. Y si las cosas fueran
diferentes, podríamos intentar eso."
"Mira," dijo. "Si te atraigo, no hay problema. Estoy por encima de la edad
de dar el consentimiento. No estoy loca, sé que disgustaría a mis padres,
pero ¿sabes? no tienen qué saberlo. ¿Quién sabe? tal vez si nos enamoramos o
algo por el estilo, puedes esperar hasta que sea mayor y casarte conmigo o
algo así. Pero mientras tanto, vamos a tomárnoslo en serio. La verdad es que
creo que eres muy atractivo y también me gusta el hecho de que me hayas
mirado de esa manera."
Ninguno de los dos dijo nada en unos cuantos minutos. Luego finalmente rompí
el silencio, "Vale, tienes toda la razón. Creo que eres excepcionalmente
atractiva. Y sí, me encantaría besarte el culo. Y sí, suplicaría por ello.
Pero no puedo. No podemos. Tu padre es mi mejor amigo, ¡por Cristo bendito!"
Habíamos llegado a su casa. Decidí no entrar, y le dije que tenía que irme.
Dijo, "Está bien, Tío Jack. Aunque tal vez algún día. Mientras, no te
preocupes si de vez en cuando te imagino apretando tus labios contra mi
bonito culo y susurrando lindas tonterías sobre lo guapa que soy y que
placer es ser mi esclava... ¿verdad que no?" ¡Cómo podía esta muchacha tener
solo 17 años, pensé! Afortunadamente no esperó la respuesta. En vez de eso
se inclinó hacia delante y me dio otro de esos besos ligeramente demasiado
largos en la mejilla, y salió del coche. La saludé con la mano y me largué.
-----------

Las cosas hubieran sido mucho más fáciles si la historia hubiera terminado
allí.
Pero, naturalmente, no fue así. Me mantuve alejado de su casa durante un mes
o dos, y tuve cuidado de no estar solo con Naomi. De vez en cuando
intercambiamos miradas y una o dos veces me pilló mirándole el culo, pero la
mayor parte de las cosas estaban frías. Al menos en su casa. En la mía, no
podía dejar de pensar en ella, y tenía fantasías casi exclusivamente con
ella.
Luego un día descubrí que se había echado un nuevo novio. Fue tan
inquietante para mí, que en sí mismo me estaba inquietando. Aunque
gradualmente me fui acostumbrando a ello, y un vez cuando estuvimos
realmente solos me dijo caer que no era tan bueno para ella como seguro que
lo hubiera sido yo. Le pregunté qué me estaba queriendo decir, y me dijo que
no le besaba el culo lo suficiente. Luego se rió. Yo había llegado a
arrepentirme de verdad de haber usado aquellas palabras con ella.
Sin embargo no intercambiamos ninguna palabra fuera de tono durante mucho
tiempo. Llegaron y se fueron las Navidades, luego Año Nuevo, San Valentín,
Pascua y el Día de los Caídos. Fue un poco después de eso que rompió con el
novio que tenía, Glen. Supongo que fue porque el año lectivo estaba
terminando, y estaba a punto de graduarse para la universidad, pero eso era
solo verdad a medias.
Un cálido crepúsculo de junio estábamos sentados en el porche trasero. Había
ido a cenar con su familia, y finalmente había llegado a estar cómodo con la
idea de que podría estar a solas con ella relativamente a salvo. Así que
cuando sugirió que saliéramos al porche y nos tomáramos algo de té helado,
estuve de acuerdo.
La conversación empezó en plan lo suficientemente mundano. Hablábamos sobre
la graduación y la gran chica en que se había convertido, y lo excitada que
estaba con ir a la USC (¿University of Southern California?) en el otoño.
Luego pasamos a hablar de Glen y de lo que había pasado. No pude resistir la
tentación y le pregunté por qué había roto con él.
Me sorprendió diciendo, "Sabes por qué. Te lo dije."
"¿Pero qué dices? No creo que hayamos hablado nunca sobre tu ruptura con
Glen."
"No, supongo que no," replicó. "Pero te dije que había una cosa que él
apenas hacía nunca, que era lo que yo realmente quería..."
Sabía exactamente de que estaba hablando, y no quería abrir de nuevo aquella
lata de gusanos. "De modo que no era bueno en la cama, ¿es eso lo que estás
diciendo...?"
"Oh, Dios, no, no es eso," dijo, "¡Tiene una polla monstruosa!" Luego se
tapó la boca para reírse avergonzada.
"Gracias por contármelo," le dije secamente.
"Lo siento. No lo he pensado," dijo. Pero seguía teniendo problemas para
controlarse la risa. Finalmente se tranquilizó y dijo, "No, lo que quería
decir era, que lo que realmente yo quería de él era que algunas veces
asumiese un papel, no sé, inferior en el sexo. ¿Sabes? Una especie de
esclavo mío como tú y yo hablamos. Las pocas veces que me besó el culo, fue
como mucho superficial. Esa parte de nuestras relaciones sexuales me
defraudaba mucho."
"Ya veo," dije
"Así que es todo culpa tuya, así es como yo lo veo," me provocó. Respondió a
la expresión conmocionada de mi cara diciendo, "Siempre, desde aquella noche
en la cocina en que hablaste de tíos suplicándome para que les dejara
besarme el culo, he tenido una especie de sueños al respecto, ¿sabes? La
mayoría contigo."
"Supongo que no quería decir que te lo tuvieras que tomar literalmente,"
dije. "Solo estaba intentando que te sintieras mejor haciéndote ver lo
atractiva que eres."
"Realmente no me lo creo," dijo. "No después de que me dijeras en el coche
que realmente querías besarme el culo y que me suplicaría que te dejara. No,
sé más que eso. Querías decirlo literalmente. Y estoy convencida de que eres
un sumiso en el armario, esa es la palabra que se usa, lo leí en alguna
revista en alguna parte."
"Básicamente significa que quieres ser mi esclavo," aseguró con confianza.
La mala noticia era que había dado completamente en el clavo, y yo ni
siquiera me había dado cuenta.
"Y eso te atrae..." La dirigí, por falta de otra cosa que decir en aquel
momento de mucha tensión.
"La verdad es que nada me había excitado tanto nunca."
Estaba sentado junto a ella durante todo el intercambio. Me volví para
mirarla, y ella se volvió para encontrar mis ojos. Nos quedamos allí
sentados como estábamos durante lo que pareció una eternidad. Finalmente
dije, "Está bien, te diré lo que un tío dice a la chica cuando está
intentando convencerla de que debería dejarle que le besara el culo. Es como
besarle el culo en sentido figurado de modo que le deje besárselo
literalmente."
Ella esperaba. Los dos manteníamos la mirada en los ojos del otro.
"Bien, primero tiene que ponerse de rodillas y hacerle una reverencia,
diciéndole que es la cosa más bonita que sus ojos han visto nunca." Se
ruborizó ligeramente. "Luego le besa los pies tierna e intensamente, y le
dice que su lugar es de las diosas. Y que como diosa merece nada menos que
la adoración constante de sus súbditos."
"Querrás decir esclavos," le interrumpió.
"De acuerdo, esclavos." Volvió a ruborizarse. "Luego le suplica que
considere el permitirle ser su esclavo, por favor, por favor. Suplica, 'por
favor déjame ser tu esclavo y adorar la tierra que pisas. Déjame lamer la
planta de tus pies. Déjame besar tu hermoso culo. Te prometo que haré un
buen trabajo. Besaré cada uno de sus preciosos carrillos con el máximo
respecto que mereces. Por favor déjame enterrar la cara en tu delicioso
culo'."
Noté que sus ojos se habían ensanchado y se ponía cada vez más extasiada con
mis palabras. Había un ligero rastro de sudor sobre su frente, y había
arqueado la espalda, haciendo que su pecho avanzara y su culo se apretara
contra el escalón del porche, como si estuviera intentando empujar el culo
sobre mi cara imaginaria.
Dijo, "¿Estás seguro de que quieres hacer eso? Una cosa es besarme las
nalgas, ¡otra cosa 'enterrar tu cara' completamente! ¿Qué me dices del
olor?"
Podía decirse que le encantaba hablar sobre esto. Cuando las dijo parecieron
gotear jugos explícitamente. "¿Crees que te gustará el olor de mi culo?"
preguntó con aire de fingida inocencia.
"No hay ni que plantearse que me gustará." Dije, "Esto seguro que una vez
que lo huela, lo ansiaré para siempre."
Se rió dulcemente, y dijo, "Espera un segundo..." Se giró por la cintura,
volviendo los hombros hacia la puerta de la cocina. No sabía que coño estaba
haciendo. Parecía como si estuviera mirando a la casa. Luego se volvió en
redondo. Levantó la mano hasta mi cara.
"Aquí está," dijo, y extendió dos dedos hacia mi nariz. Casi me caigo del
porche. La punta de sus dedos tenía un olor a cálida humedad anal terrosa,
acoplada con una fragancia más ligera de jugo del coño. Era el aroma único e
intoxicante que solo podía provenir del culo de una mujer. El olor me
recordaba la ropa interior sucia de pasadas novias. Me di cuenta de que se
había metido la mano por debajo de los pantalones y se había acariciado para
mí su pequeño ojete, de manera que pudiera tener una muestra de su dulzura.
"¿Qué piensas de eso?"
Inhalé profundamente y aspiré sus celestiales aromas femeninos.
"Dime, ¿cómo crees que sabrá?" dijo, manteniendo todavía sus gloriosos dedos
sucios en mi cara.
"Como azúcar y miel." Dije. Y luego le agarré la mano y le besé los dedos.
Meneó uno de los dedos entre mis labios. Le chupé suavemente la punta. Me
encontré deseando únicamente conseguir una versión más fuerte de aquel sabor
demasiado sutil que tenía en la boca.
"Tal vez más como chocolate y dulce de azúcar," se rió, "dependiendo de
cuando me haya duchado..." Me encantaba aquella deliciosa despreocupación,
aquella risa de 'me importa un carajo'. Era dulce y traviesa con solo un
toque de burla, y me encantaba. Me hacía desear inclinarme ante esta diosa
adorable, que era lo bastante joven para ser mi hija. Se me ocurrió que no
había forma de que pudiera ser uno de sus profesores. ¿Cómo iba a guiar y
enseñar disciplina a alguien cuando en todo lo que podía pensar hacer era
arrodillarme, subirlas a un pedestal, y degradarte tú mismo por ellas de
cualquier manera que te permitieran? Todo lo que tendría que hacer es darse
la vuelta y menear aquel culo maravilloso en mi cara, y me tendría de
rodillas adorándola en un segundo.
"Estoy seguro que, si estás limpia, no habrá allí más que dulzura,"
respondí distraídamente.
"Bien," respondió, "podría no estar siempre limpia. Y eso es algo que un
esclavo tiene que soportar, ¿no crees?" Y luego la vi girarse de nuevo hacia
la casa. Esta vez vi claramente que se llevaba la mano por debajo de la
cintura de sus pantalones cortos y la apretaba allí abajo. Volvió a sacarla
al cabo de un momento y volvió a meterme los dedos en mi agradecida nariz.
El aroma era mucho más fuerte, y más anal. La humedad del dedo indicaba que
lo había enterrado hasta el segundo nudillo. El olor indicaba que claramente
había estado en su culo...
"Quiero decir," continuó, "que si acabo de ir al baño, ¿no? Que, ¿no puedo
hacer que me besen el culo por eso? Yo no lo creo. Digo que sea lo que sea
lo que huelas o pruebes ahí abajo es tu problema, no el mío. Además, creo
que debería gustarte en todo caso. Después de todo sale de mí."
Su tono desbordaba la arrogancia de la juventud. Me sentía extrañamente
indefenso, junto a ella, en aquel momento. Movió los dedos bajo mi nariz un
segundo y luego me puso uno de ellos en los labios. Abrí la boca
inmediatamente y lo chupé.
"¿Qué pasa si," continuó mientras chupaba aquel dulce sabor hasta
retirárselo del dedo, "una diosa no quiere ser tan agradable con su esclavo?
Quiero decir que creo que un buen esclavo tiene que adorarla incluso
entonces, ¿no? No importa que, no importa como le trate, si es un verdadero
esclavo. ¿Querrías ser mi verdadero esclavo?"
"Bien, ¿qué le haría una diosa que no quiere ser 'tan agradable' a sus
esclavos para no ser tan agradable?" Pregunté, sacando de la boca sus dedos
ahora limpios. "¡Hacer que le besara el culo después de cagar!" dije,
intentando ser divertido, y me reí. Dejó escapar una risa cordial también, y
brevemente me recordó aquella conversación en la cocina. Miré hacia la casa
pero no había actividad. "Supongo que se le puede haber olvidado limpiarse
adecuadamente," añadí junto con más risas.
"Bien, una diosa puede querer hacer algo como eso," dijo entre risas
sofocadas. Luego añadió con más soberbia, "Probar la lealtad de su esclavo.
O tal vez lo haría por placer. Tal vez lo hiciera por el puro placer de
saber como es hacer que alguien haga algo como eso. Eh, un tío que hiciera
eso, ese tío es un esclavo de verdad. Y puede besarme el culo todo lo que
quiera. Creo que sería auténticamente excitante para un tío hacer por mí
algo como eso, realmente especial." La sincera arrogancia me dejó anonadado.
¡Me preguntaba si sabría siquiera lo egoísta y arrogante que resultaba! Creo
que lo más sorprendente de esa frase era el hecho de que lo hiciera todo sin
parpadear. Se me ocurrió que había estado pensando en este asunto durante
mucho tiempo. Ya tenía pensado lo que quería de mí (como esclavo), y
secretamente sospechaba que solo estábamos rascando la superficie.
"Y ¿qué harías tú por él a cambio?"
"No lo sé. Dejar que me lamiera el coño, supongo. Supongo que realmente no
haría nada por él..."
"¡Naomi!"
Pegamos un brinco los dos. Era su Papá.
"Creo que se está haciendo bastante tarde. Entra cariño. ¿Quieres un café,
Jack? Acabo de ponerlo."
"Gracias Mark, pero creo que me voy a tener que ir."
"Caray, vosotros dos habéis estado aquí fuera un buen rato," dijo Mark, "¡La
gente va a empezar a hablar!" Y luego se rió, y me esforcé en reírme con él.
Naomi, de pie tras su padre, se limpió la mano en la frente y soltó la
palabra, "¡Buf!.
Apenas podía conducir de lo empalmado que estaba. Me saqué la polla y me la
meneé mientras conducía. No podía esperar más. Solté tanto esperma que tuve
que conducir el resto del viaje a casa con una mano.

Igual que la última vez, Naomi me llamó al trabajo al día siguiente. Me dijo
que quería ir a un parque de la ciudad y hablar. Esta vez ni siquiera
intenté discutir con ella, y quedamos en una tienda local, la recogí y
conduje hasta el parque que había mencionado.
Hablamos y reímos. Estaba tan tranquila y natural respecto a ello que no
pude evitar relajarme. Se me ocurrió que me estaba enamorando de ella. Tenía
casi 18 años, y yo 40. Ahora, sin embargo, eso no me preocupaba. Me
preocupaba Mark y su familia, pero sabía que deseaba a esta chica.
Nos cogimos las manos mientras conducía, y cuando llegamos al parque, que
era muy arbolado, me dirigió para que aparcara en una zona solitaria y
bastante oscura, incluso durante el día. Tan pronto estuvo aparcado el coche
empezamos a besarnos apasionadamente. Sus labios estaban tan llenos y eran
tan suaves y suculentos. Dejé que mis manos vagaran por todo aquel cuerpo,
prieto y hermoso de casi 18 años. ¿Cómo podían unos pechos estar tan llenos
y seguir tan firmes? Le besé el ombligo y luego le quité la parte de arriba.
Me metí en la boca cada uno de los oscuros pezones y los mordí con los
dientes.
Dejé que las manos jugaran con la suavidad de su espalda y columna vertebral
mientras chupaba cada una de aquellas tetas deliciosas. Finalmente no pude
esperar más, le desabroché los pantalones cortos y se los quité. No llevaba
ropa interior, y, a mi pesar, me quedé sin aliento ante la belleza total y
las formas de su delicioso cuerpo joven. Le besé el vientre y me sentí
increíblemente agradecido cuando pasó cada uno de sus suaves muslos por
encima de mis hombros.
Enterré la cara en su coño y besé, besé, besé. Tiernamente, con boca de
amante. Mantuve la boca cerrada y encantada de tener su aromática humedad
cubriéndomela antes de abrirla y empezar a lamerla para retirársela del
coño. Esa es una de las cosas maravillosas de intentar retirar lamiendo los
jugos de una chica que esté totalmente excitada; cuanto más te aplicas a
ello más lejos llegas. Cuando ambos, ella y yo, estábamos totalmente
empapados me acomodé y empecé a mamarle lentamente el clítoris.
Se corrió con imprudente abandono, pegando con los puños contra el asiento
del coche y corcoveando con las caderas en mi cara. Yo también estaba listo
para correrme pero en lugar de eso empecé a moverme para meterme dentro de
ella. De repente ella recuperó el sentido y dijo, "¡No! No. No tengo ninguna
protección. No puedes hacer eso." Me detuve, y entonces dijo, "Tengo una
idea."
Empezó a levantar una de las piernas por encima de mi cabeza y me llevó un
segundo darme cuenta de que se estaba dando la vuelta sobre el asiento. Me
incliné hacia atrás para dejarle espacio para hacerlo y fui recompensado con
una de las vistas más hermosas que ningún hombre haya visto. La estrecha
cintura de esta chica acentuaba lo increíblemente redondo y lleno que era su
maravilloso culo. Quiero decir que yo ya sabía mucho de esto, habiéndome
comido con los ojos muchas veces su espalda con anterioridad, pero verla
totalmente desnuda delante de mí era algo para lo que no podía haberme
preparado.
Y estaba claro que ella lo sabía. Había casi ácida arrogancia cuando dijo,
"No tengo tiempo para súplicas. Sé que debería respetar a mis mayores y todo
eso, pero bésame el culo, ¿vale? Puedes correrte haciéndolo, si quieres."
Como un cachorro bien adiestrado seguí sus órdenes al pie de la letra. Bañé
su hermoso culo con besos, primero un carrillo, luego el otro. Luego empecé
a concentrarme en la parte alta de la raja del culo, apretando mis labios
dentro de ella mientras me movía hacia abajo. Solo había recorrido tal vez
tres pulgadas (unos 7,5 cm) cuando se hizo imposible seguir besando todo el
camino descendente hasta la parte de abajo de la raja sin separarle las
nalgas, así que eso fue lo que hice. Seguí besando y descendiendo otro par
de pulgadas (unos 5 cm), y ya estaban mis labios casi justo sobre su ojete.
"¿Cómo huele?" preguntó en tono divertido. "¿Por qué no lo olisqueas un
poco?"
Empecé a besar los hermosos pelitos que rodeaban su ojete. Los besé con gran
pasión y empecé a olisquearle el culo. Su olor se parecía mucho al de los
dedos de la noche anterior, pero mucho más fuerte. Decididamente más a pedo.
Más a mierda. Su culo olía maravillosamente, pero tengo que admitir que el
fuerte aroma anal me produjo una ineludible sensación de degradación. A
pesar de la creciente sensación de que me estaba humillando a mi mismo y que
ella era plenamente consciente de ello, no me resultaba posible resistirme a
hacer todo lo que ella quería, incluso si ello significaba restregar mis
labios y mi nariz donde ella se restregaba normalmente el papel de váter.
Con una creciente sensación del poder que estaba empezando a ejercer sobre
mí, arqueó la espalda y empujó hacia atrás su culo, separando aún más las
piernas. Luego dejó escapar un casi gutural, "Adelante, hazlo, sé mi
esclavo, bésalo, bésame el ojete." Apenas podía escucharla pero obedecí.
Apreté los labios directamente contra su ojete, separé los labios y empecé a
chupar casi inconscientemente. Saqué la lengua y sentí que un hormigueo me
subía y bajaba por la médula en el preciso instante en que la lengua hizo el
primer contacto con su precioso ojete. Ella también tuvo que sentir algo,
porque se estremeció y empezó a hablarme rápida y suavemente. "Oh, sí.
Lámelo. Lámeme mi dulce culo. Saborea mi adorable, pequeña e incipiente
fábrica de mierda. Sé que lo estás deseando," dijo entre suaves gemidos.
Yo no estaba pensando tanto en lamerle el ojete como en saborearlo. Era muy
terroso con un ligero amargor, y el aroma era inconfundiblemente anal. Me
encantaba. Empecé a lamer el agujero como un perro hambriento, y ella siguió
arqueando aún más la espalda, ofreciéndome su ojete como unos entremeses
especiales y exóticos.
Empecé a recorrer con la lengua desde el clítoris hasta el ojete con largas
y amorosas caricias. Acababa cada caricia de mi lengua con un apasionado
beso a su ojete. Su cuerpo se agitaba con cada caricia. La rodeé con la mano
derecha y empecé a acariciarle el clítoris con cada caricia de mi lengua, y
antes de que me diera cuenta ella estaba de nuevo en la agonía de un intenso
orgasmo.
Cuando sentí que empezaba a correrse empujé la lengua todo lo a fondo que
podía ir dentro de su ojete y le acaricié el clítoris con los dedos mientras
la recorría el orgasmo. Era maravillosamente sucia, y me corrí con aquel
sabor en mi boca. Cuando los dos nos habíamos corrido empecé de nuevo a
bañarle su dulce culo en beso, gritando, "Naomi, Naomi, dulce Naomi..."
Suspiró feliz y se tumbó tranquila durante un minuto o así mientras le
besaba el trasero. Luego me coloqué detrás de ella, la rodeé con los brazos
y le besé la parte de atrás del cuello. Nos tumbamos, costado contra
costado, todo lo bien que se puede en el asiento trasero de un coche, y
disfrutamos del rubor postorgásmico. Dijo, "Nunca en mi vida supe que podía
haber algo tan bueno. Eres maravilloso." Luego añadió en aquel tono
arrogante y provocador, "¿Quién iba a imaginar que fueras tan buen
lameculos? Serás un magnífico esclavo."
"Sin embargo, ¿no crees que es un poco degradante?" me preguntó. "Quiero
decir que no puedo contar lo bien que sienta clavar tu culo en la cara de
alguien y a continuación sentirle lamerte el ojete. Es magnífico conseguir
mi objetivo. Y soy solo una chica joven. Tú eres un hombre adulto. ¿No
resulta un poco humillante arrodillarte en el asiento trasero de tu coche y
lamerme el ojete?"
Me acurruqué a su lado y le besé la parte de atrás de la cabeza como
respuesta, y dije, "Cariño, te adoro. No sería adoración si no fuera
humillante. No tienes ni idea de cuanto es mi placer. Seré tu esclavo si tú
quieres. Sabes tan bien."
"No estaba sucia para nada, ¿verdad?" preguntó separándose un poco para
volverse y mirarme. Su boca ocultaba las trazas de una sonrisa coqueta.
"Yo no dije eso," dije.
Ahora se volvió del todo para poder mirarme plenamente. "¿Estaba sucia? ¿Y
me lamiste de todas formas?" Empezó a reírse, y dijo, "Jesús, eres mejor
esclavo de lo que pensaba. ¿Por qué no lo dejaste?"
"Dijiste la noche pasada que eso era lo que querías de un esclavo. Sabes tan
bien."
"Incluso aunque estuviera sucia," dijo y me miró fijamente durante un
instante con sonrisa sorprendida, como si intentara empaparse del
significado profundo de lo que había dicho yo. Puso una expresión casi
distante y luego me miró intensamente mientras preguntaba, lentamente, "¿Me
estás diciendo que lamiste los restos de, de, bueno, mierda supongo, hasta
limpiarlos de mi ojete? ¿Y esto hizo que te corrieras?"
Me limité a asentir con la cabeza.
Y luego, allí estaba de nuevo. Esa provocativa crueldad, arrogante,
maravillosamente dulce, en sus ojos y en sus labios mientras decía, "Así
que, básicamente, me estás diciendo que mi mierda sabe (¿cómo lo dijiste?)
'tan dulce'?" y entonces volvió a reír.
"Para ser absolutamente sincero contigo," empecé, "Realmente te envidio un
poco. No puedo imaginar ser tan dulce que incluso las partes de tu cuerpo
que usas cuando vas al baño huelan y sepan tan bien. Sinceramente,
¿recuerdas el momento exacto en que los dos nos estábamos corriendo? Bien,
me habría comido tu mierda 'tan dulce' tal como salía de tu hermoso culo si
me lo hubieras pedido, y me habría encantado."
"Dios," dijo mientras se sonrojaba con una oleada de vergonzosa auto
conciencia, "¡eso habría sido maravilloso!" No podía creer en su sencilla y
directa sinceridad. No tenía absolutamente ningún problema en disfrutar
sencillamente de lo que le gustaba, sin ni siquiera pensar en ello. Había
algo maravillosamente inocente en ello, y bueno, tan, poco inocente...
"¿Puedo ser sincera yo también?" dijo. Asentí. "¿Crees que de alguna forma
me gusta hacerte mi esclavo? Quiero decir que no creo que la mayoría de los
tíos lo busquen, pero he estado tanto tiempo fantaseando con ello. Siempre
me he preguntado como se sentiría el tener un tío que fuera realmente mi
esclavo, de vez en cuando. Alguien que me dejara hacer que hiciera cosas
asquerosas como lamerme el culo siempre que yo quisiera. Incluso si estoy
sucia. Tal vez especialmente entonces."
"Realmente quieres hacer eso? Bastante rarita, ¿sabes?"
"Tú eres el que me hizo pensar en ello con todo esa historia que dijiste de
'te suplicaría que me dejaras besarte el culo' en la fiesta de mi último
cumpleaños, ¿recuerdas?"
"Todavía me siento mal por ello," dije. "Siento como si te hubiera
corrompido..."
No seas tonto. Realmente había estado soñando con pequeñas fantasías de
esclavitud durante algún tiempo. Es solo que cuando hiciste aquel comentario
era la primera vez que pensaba que podía realmente haber algún otro que de
verdad hiciera las cosas con las que fantaseaba."
"¿Cómo qué?" pregunté, con gran curiosidad.
"No quiero contarte ya todos mis sucios secretos. Veamos como van las cosas
y ¿quién sabe? tal vez alguna de estas fantasías se pueda convertir en
realidad. Pero, digamos solamente, estarías consiguiendo el extremo
'mierdoso' del palo," soltó una risita cuando dijo 'mierdoso', "de modo que
piensa en ello, ¿vale? Quiero decir que me encanta el sexo normal, también,
y quiero eso, pero nunca conocí a nadie como tú cuando se trata de asuntos
raritos."
"Yo tampoco he conocido a nadie como tú en ese terreno." Luego nos sentamos
en silencio durante un ratito, y pensé en ello. Mientras sujetaba su cuerpo
firme, flexible hasta lo imposible y cálido, se me ocurrió que estaría
encantado de adorarla. Después de unos pocos minutos más dije que teníamos
que emprender la vuelta, se estaba haciendo tarde. Habíamos estado fuera
unas dos horas.
Nos vestimos y no dijimos gran cosa, pero de vez en cuando extendía las
manos y me acariciaba, y yo le besaba cualquier parte que estuviera cerca de
mi cara. Después de que se hubiera deslizado en sus pantalones cortos y su
parte de arriba, salimos del coche y estiramos las piernas. Me doblé y le
besé el culo, una vez más, a través de los pantalones y comprobé que aquel
adorable culo suyo era todavía capaz de conseguir una reacción mía.
Volvíamos a entrar en el coche cuando ella dijo, "Espera. Tengo que mear.
Volveré enseguida." Luego se dio la vuelta y volvió casi a saltos al bosque.
Estaba muy oscuro allí, especialmente para ser las 6 de la tarde en junio.
Salí del coche y seguí sus pasos. Cuando la alcancé se estaba bajando la
cremallera de los pantalones.
"¡Eh!" dijo, "¿qué estás haciendo?"
"No sé," dije, "solo pensaba venir a mirar."
"¿Solo mirar?" preguntó con un brevísimo amago de sonrisa.
Me acerqué a ella y dije, "¿Sabes? He estado pensando en lo que hablamos
allí... ¿Te gustaría realmente hacerme tu esclavo?"
Hubo aquel brillo en su mirada. Yo ya adoraba aquel brillo. "¿Qué tienes en
mente?"
Me puse inmediatamente de rodillas delante de ella, y agarré la cremallera
con los dientes. Me pasó las manos entre el pelo mientras decía, "No estoy
segura de que debiéramos hacer esto."
"¿Por qué no?" pregunté a través de los dientes apretados.
"Es demasiado degradante para hacerlo en realidad, ese es el por qué."
"¿Degradante para quién?" pregunté mientras empezaba a bajarle los
pantalones de las caderas.
"¡Para ti, por supuesto!" dijo. "Creo que puedo suponer cual es tu plan al
venir aquí, arrodillarte delante de mí, bajarme los pantalones con los
dientes, sabiendo perfectamente que vine aquí para ir al baño." A mi pesar
me sonrojé n poco con una sensación de humillación. "Tal vez debieras
pensártelo dos veces el darme este pequeño placer particular."
Supongo que no estaba completamente seguro de que estuviera preparado para
aquel nivel de degradación, y me sentí parcialmente aliviado de que tuviera
aparentemente un atisbo de piedad. Era tan dulce.
"Está bien," dije, y me alejé de ella.
"¿Te vas a dar por vencido tan fácilmente?" protestó, "Piensa solo en lo
malo de tener que mear..."
La agarré y la hice darse la vuelta. "Apóyate en aquel árbol," dije y se
inclinó hacia delante y colocó las manos en el árbol. Le quité los
pantalones.
Era tan natural es esto, mientras enderezaba las rodillas y arqueaba la
espalda y se doblaba hacia delante.
Aquel magnífico ojete que había estado chupando hacía un instante mientras
me corría, estaba ahora de nuevo a unas pulgadas de mi rostro. Esta vez
separé los hermosos carrillos hasta que pude ver claramente aquel pequeño
agujerito arrugado y marrón, y luego le di un profundo y directo beso justo
allí. Después de nuestra conversación encontraba fuertemente humillante
estar de rodillas, besando patéticamente su cagadero. No era extraño que la
chica tuviera un lado tan arrogante. ¿Cómo podía evitarlo?
Su belleza me produjo semejante oleada de humildad, de repente decidí que
iba a darle todo lo que quería. Decidí que, con lo hermosa que era, merecía
que la dejara mearse en mi boca sin tener que preocuparse por nada salvo lo
bien que se iba a sentir. Cuando retiré la boca de su culo le pedí en el
tono más suplicante que pude conseguir, "Naomi, por favor, méate en mi boca.
Por favor deja que beba tu pis caliente. Por favor, Naomi, ¡haré cualquier
cosa por ti con que me hagas solamente el honor de orinar en mi boca
abierta!
Naomi parecía el gato que se comió al canario mientras observaba que mis
labios volvían al sitio correcto sobre su ojete, y luego dijo, "¿Cualquier
cosa? Podrías lamentarlo..."
Dejé de besarle el ojete el tiempo suficiente para decir, "Absolutamente
todo. Te lameré el culo cuanto quieras. Te dejaré que te mees en mi boca
todo lo que quieras. Seré tu váter personal, tu esclavo total personal." Se
reía con cierto embarazo pero estaba claro que le encantaba cada una de las
palabras que escuchaba.
"Sucio viejo, eso es un comienzo," Provocó. "Pero quiero más. No puedo
imaginar lo bien que debe sentar usar a alguien de baño, pero puedo decirte
que quiero averiguarlo. Yo, yo voy a estar aquí de pie como una princesa
absoluta, sin preocuparme del mundo, mientras tú te conviertes en mi váter
personal, y meo directamente en tu boca. Pero si hago eso por ti, tú tienes,
a cambio, que hacer algo muy especial por mí." Esta vez no se rió, pero la
sonrisa era malignamente hermosa.
"¿Qué es lo que quieres?" pregunté.
Dijo, "¿Recuerdas lo que estábamos hablando en el coche, y lo que me dijiste
que tendrías que dejarme hacer cuando nos estábamos corriendo? Quiero eso."
Al principio no estaba seguro exactamente de lo que hablaba. Y luego recordé
mi pequeña confesión...
"¿Quieres realmente hacer eso?" pregunté, sin creer lo que estaba oyendo.
"Si me dejaras..."
Estaba tan excitado, la verdad era que apenas podía esperar para vivir la
degradación por esta hermosa muchacha. "Está bien, lo haré." Dije.
"¿Hacer qué?" preguntó. "Quiero oírte decirlo..."
"Vale," dije. "Te dejaré que te cagues en mi boca. Luego seré tu váter total
y tu esclavo para que me uses como plazcas, de la forma que desees. Pero por
favor no me hagas comérmelo."
La expresión de su rostro era indescriptible. Dijo, "¿Por qué no? ¿No
quieres que disfrute de cualquier placer con el que pueda soñar? He soñado a
menudo hacer comer literalmente mierda a alguien. Así que vamos a tratarlo
de frente. Te permitiré el placer de ser el esclavo que se bebe mi pis, y tú
me dejarás que te cague en la boca y te haga comértelo, luego me besarás el
culo en agradecimiento, ¿de acuerdo?"
Esta vez me sonrojé. No podía ni creer lo que oía, tenía una erección tan
rabiosa. Empecé a lamerle el culo en el plan más esclavo que pude. Quería
que mi manera fuera tan humillante como fuera posible para que captara el
mensaje de que ya se había convertido en mi amo absoluto. Era suyo para que
pudiera usarme de la forma que le diera la gana. Y no sabía si ella lo
sabía, pero también estaba enamorado de ella.
"Voy a mear," dijo con voz despectiva, "¿Crees que podrás dejar de lamerme
el culo el tiempo suficiente para bajar la boca hasta el coño para que pueda
mear en ella?"
Bajé la boca y le cubrí el coño. Usando la lengua busqué su agujerito del
pis y lo lamí. Tenía la nariz enterrada en su ojete, y los poco que podía
respirar tenía como resultado final que aspirara en su ojete, que ya estaba
empapado en mi saliva. Luego sentí un pequeño chorrito de pis sobre la
lengua, seguido por una avalancha de pis, que empecé a tragar ansiosamente.

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No puedo describir con precisión las sensaciones sentidas cuando el pis de
esta deliciosa diosa, de todavía menos de 18 años, se esparció dentro de mi
boca, cubriéndome los labios, dientes y lengua con una agria salobridad, y
luego me anegó la garganta. Nunca en mi vida había sentido nada tan
humillante. Supongo que solamente llevaba bebido tal vez 20 onzas (unos 600
gr.) o así cuando ya no podía beber más. Me sentía extrañamente culpable por
no poder beber todo el pis de mi dueña, de modo que moví deliberadamente la
cara hacia el chorro y le permití que me orinara en el rostro. Esto la hizo
reír. Cuando ya casi había terminado de mear volví la boca a su coño para
poder beber lo que quedaba.
Finalmente, cuando terminó, me dijo que me quedara quieto, y así me quedé de
rodillas en su pis, con su pis por toda la cara, en la boca y en el
estómago. Se pasó las manos a la espalda y se separó un carrillo del culo
para que pudiera respirar, aunque mientras olía su ojete. Y dijo, "No sé si
me gusta más mearte en la boca de esta forma o de cara a ti. En esta
posición parece más frío, tal vez más arrogante. Además tienes que olerme el
culo mientras me meo encima de ti. Pero de la otra manera puedo mirarte a
los ojos mientras te uso como si fueras un váter. Es más personal. Además de
insultante. Eso también me gusta. Sea como sea, ¡Me encanta mearte en la
cara, sienta de maravilla!" Luego soltó una risita.
A continuación se alcanzó la espalda y separó también el otro carrillo, y la
sensación de que cada aliento de vida dependía de olisquearle el ojete
pareció incrementarse. Tal vez fuera la forma en que se mantenía el culo
abierto para que yo lo oliera hizo que pareciera tan lleno de significado.
Pero estaba totalmente sin preparar para ello cuando dejó escapar un pedo
húmedo que siseó directo a mis narices, naturalmente porque estaba
inhalando.
"Creo que me gusta más de esta manera," dijo riéndose por lo bajo,
divertida, luego dejó escapar otro pedo más pequeño. El aroma inundó el
aire, o tal vez me lo parecía a mí porque era el que estaba olisqueando su
ojete mientras me soltaba el pedo en la cara. Tuve que mantener por encima
de todo un semblante de dignidad para esta muchacha joven. De repente dijo,
"Mierda, se está haciendo tarde, será mejor que nos vayamos de verdad." Por
primera vez en lo que parecía ser para siempre, retiré mi rostro, un poco a
regañadientes de su magnífico culo. "Tienes razón, vámonos," dije, pero
luego me miró de una forma un poco extraña y dijo, "Espera, solo quiero
empaparme de esto durante un momento."
Y se retiró un paso de mí, y se volvió hacia mí. Yo estaba todavía tan
distraído en la visión de su cuerpo desnudo de cintura para abajo que me
llevó un segundo darme cuenta de que me estaba mirando porque estaba de
rodillas en su pis y el barro, con orina por toda la cara, pelo y camisa. No
pudo ocultar una sonrisa de suficiencia, y luego empezó a decir algo que no
capté, pero luego hizo con la mano un gesto como de descartarlo y dijo algo
como, "Olvídalo. Ahora no."
Sentía demasiada sensación de prisa por volver antes de que nos pillaran
como para preocuparme en intentar satisfacer mi curiosidad respecto a lo que
iba a decir. Me quité toda la ropa y me dirigí al coche completamente
desnudo. Estuve todo el tiempo rebuscando y afortunadamente tenía algo de
ropa de gimnasia limpia en el maletero. Me la puse y usé una toalla para
secarme lo mejor que pude, pero sabía que todavía apestaba al pis de mi
adorable diosa.
Finalmente estábamos de vuelta en el coche y arranqué para salir del parque.
Las cosas quedaron un tiempo extrañamente tranquilas, y luego dijo, "No sé
si esto es bueno para mí..." Empezó a acariciarme el pelo de una forma
curiosamente tierna. Me sentaba de maravilla, y de nuevo se me ocurrió que
realmente podría estar enamorado de ella.
"Quiero decir que me estoy volviendo alguien importante aquí. Tu eres
maravilloso de verdad para mi ego. Pero no sé si debería acostumbrarme a
pasármelo tan bien meándome en alguien, ya sabes." Sabía que me estaba
hablando en serio, de una forma no sexual, pero mi polla parecía no saberlo,
y empezó a empalmarse involuntariamente.
"No quiero que todo esto se quede solo en sexo no convencional," concluyó.
"Naomi," empecé, "tengo algo más que confesarte. He estado soñando contigo
durante casi un año, y ahora me doy cuenta de que te he estado deseando aún
más tiempo. No podría hacer nada de esto a la ligera." Y alcé la mano y le
acaricié la suya mientras jugaba con mi cabello. No miré, pero podía sentir
que estaba sonriendo. Sin embargo su voz sonó preocupada.
"Bien, supongo que," dijo, "no he sido capaz de dejar de pensar en ti
durante al menos tanto tiempo. La mayor parte estaba cociéndose a fuego
lento. Ya sabes. Nuestra diferencia de edad, y el que tú seas el mejor amigo
de mi Papa y todo eso. Pero he perdido la cabeza por ti para siempre. Nunca
imaginé, ni siquiera en mis sueños más salvajes de nosotros juntos, que las
cosas serían así. Ya sabes, el sexo, la esclavitud, el pis..."
A mi pesar tenía una erección completa. Me concentré en el asunto que
estábamos afrontando, pero mi polla tenía mente propia y cada vez que decía
algo que aludía a lo que acabábamos de hacer, bueno...
"... me encanta, pero no sé si es correcto. Quiero decir, si realmente me
gustas, ¿cómo puedo hacerte estas cosas?" preguntó con preocupación
auténtica. Sus palabras, junto con el aún presente sabor de su dulce pis, no
estaban haciendo nada para calmar mi inflamación. Cada espiración tenía un
ligero rastro de amoníaco. Eso mantenía una parte de mi mente alimentando
sus deseos naturales de degradarme sexualmente.
"Lo que hagamos sexualmente no nos define a nosotros ni a nuestra relación,"
dije, "es solo una parte de ella. Cuando te tomo la mano ahora mismo, no me
siento esclavo en absoluto. ¿Te sientes tú amo?"
"No," dijo, "Realmente me siento mucho más como si te perteneciera." Se
deslizó hacia mí y me rodeó con sus brazos. Luego se inclinó y me dio un
beso en la mejilla. Me sorprendió que el olor que todavía emanaba de mí no
pareciera afectarle en absoluto.
Dije, "Sigamos juntos y veamos como se desarrollan las cosas." La miré y
sonreímos. Parecía tan dulce y maravillosa. Me besó de pleno en los labios
mientras luchaba por mantener la vista en la carretera.
"¡Vaya! ¡Tu aliento apesta!" se rió. "Me pregunto a qué será debido," dijo
simulando meditar con el dedo índice bajo la barbilla en un remedo de
actitud contemplativa. Al cabo de un rato empecé a notar que me estaba
mirando. Cuando me volví y la miré vi que estaba estudiando mi boca. "No
puedo creer que realmente me acabe de mear en tu boca," dijo casi
introspectivamente. "Y tú estabas tan empalmado cuando ocurrió. No creas que
no lo noté."
Luego echó mano a mi entrepierna y fue recibida con ansia por mi polla
tiesa.
"¡Uau!" gritó, "¡Mierda bendita! ¡¿Cuánto tiempo lleva así?!"
"Pues todo el tiempo," repliqué.
"Dios mío, realmente debes estar harto de que sea desconsiderada contigo,
¿verdad? Caray, te corriste lamiendo mi sucio ojete. ¡Y no recuerdo haber
sido precisamente agradable a propósito de ello!" Parecía que realmente
adoraba esta situación, y aunque sé que habría sido otro rodeo, me sentí
aliviado de que el aspecto más suave de nuestra relación no estuviera
recortando la afilada punta de nuestros deseos sexuales menos
convencionales.
"Imagino que tiene que sentirse como tremendamente degradante dejar a
alguien, especialmente a alguien 20 años más joven, hacer lo que le dé la
gana con tu boca y tu cara. ¿Sabes? cuando te estaba meando por todas
partes," se rió. "Pero dime, tengo curiosidad sobre esto: ¿qué se siente
después de que me haya meado en tu boca, haya bajado por tu garganta, y en
tu cara...? ¿Qué se sentía cuando me he tiré un pedo en tu propia cara?"
Dejó escapar una risa profunda.
Una vez más, sentí la áspera bofetada de la humillación y el sonrojo facial
que la acompañaba cuando esta magnífica muchacha se montaba a pelo en mi
dignidad, y me encantaba. Le contesté preguntando, "¿Cómo te sentías tú
tirándote un pedo en mi cara! Cosa que, dicho sea de paso, calculaste
perfectamente porque justo en ese momento estaba respirando."
Su risa tenía un tono tan decadente. Era música para mis oídos. La adoraba.
"Me sentí fantásticamente. Tal vez algún día, no conmigo claro, algún día
sepas lo que se siente cuando aprietas el culo encima de la cara de alguien
y luego te tiras un pedo. Es un placer egoísta, alucinante, déjame que te
diga." Me acarició la polla mientras hablaba, y pensé que iba a explotar.
"¿Quieres que te diga un secreto?" pregunto provocadora. "Casi me cago en ti
allí..."
Le dirigí bruscamente la mirada y abrí la boca impresionado, pero no dije
nada.
Finalmente conseguí recuperarme, "¡Estás de broma! ¿Cuándo?"
"Cuando me tiré los pedos. Era casi más que gases. Realmente tenía ganas.
Iba a decirte algo al respecto cuando nos estábamos vistiendo, pero supuse
que sería mejor esperar a estar fuera de allí..."
Estaba tan a punto de correrme como no lo había estado nunca, pero no quería
malgastarlo en una paja así que me las apañé a duras penas para apartarme
del borde. "¿Todavía tienes ganas?"
"Bueno, sí. Por supuesto. Realmente ahora que estaba hablando de ello, me
estaba poniendo un poco mala."
Estábamos tal vez a unos diez minutos de donde tenía que dejarla, y estaba
bastante solitario, pero ni remotamente tanto como el parque. Llevé el coche
hasta el arcén de la carretera.
"¿Qué haces?" preguntó. "No podemos hacer nada aquí, ¡se ve demasiado!" De
repente señaló a una carretera de salida como a un cuarto de milla (unos 400
m). "¡Vamos allí! Puede ser un buen sitio"
Nos metimos en la carretera. Estaba sin pavimentar y claramente no se usaba
mucho. Avanzamos como media milla (unos 800 m) y la carretera se terminaba.
Parecía ser una carretera de acceso de algún tipo. Me agarró la polla y le
dio un apretón. En su hermosa boca se iluminó la sonrisa más dulce mientras
preguntaba, "¿Estás lo suficientemente excitado para volver a ser mi
esclavo? Hiciste un trato conmigo allí atrás en el parque, ¿recuerdas? Creo
que gané mi parte del trato cuando te bebiste mi pis, ¿es correcto?"
Me volví hacia ella y le di un beso en plena boca. Luego me aparté, su cara
se había contraído con una mueca de asco. "¿Cuánto tiempo crees que tendrás
ese sabor a pis?" me provocó. Mi polla estaba dura como una roca en su mano.
"Un trato es un trato," repliqué, "nunca me niego a cumplir un trato."
"¡Menudo trato! Creo que era de ganar-ganar para mi y perder-perder para
ti." Esbozó una sonrisa de suficiencia mientras decía, "Bien, realmente
necesito ir al baño. ¿Estás preparado para sacrificar toda tu dignidad
personal solamente para satisfacer mi capricho? Vas a tener que trabajar
duro para tenerme contenta, ¿sabes?" Y allí estaba aquella sonrisa arrogante
de la que me había enamorado.
"Espera aquí," dije, y salí del coche. Di la vuelta hasta su lado y abrí la
puerta con una reverencia; como un criado escoltando a una princesa que se
baja de una carroza real. "Estoy completa y totalmente a su servicio,
Señorita," dije con gran formalidad mientras la tomaba de la mano y la
ayudaba a bajar del coche. Se rió un poco consciente de mi payasada, pero el
sonrojo de sus mejillas revelaba lo mucho que estaba disfrutando con este
trato "real".
Simuló la voz de una Princesa cuando dijo, "Bien, por fin estamos aquí. Buen
trabajo, criado. Creo que voy a tener que arreglar las cuentas para
recompensarte por tus esfuerzos." Su tono derramaba arrogancia, excitante
satisfacción mientras seguía, "Creo que tengo que aliviarme, y como puedes
ver no hay ningún receptáculo válido a la vista salvo tu bo..." dijo
mientras apuntaba a mi barbilla con un dedo afilado, "Quiero decir, ¿serías
tan amable como para servirme mientras arreglo mi 'asunto'?"
Simulé creer que ella se refería a ayudarla, y me comporté de acuerdo con
ello.
"¿Dónde le gustaría ir, Princesa?" pregunté.
"Aquí mismo vale," dijo, "Por favor, túmbate aquí." Señalaba un claro en su
lado del coche. Se rió entre dientes mientras me tumbaba en el suelo donde
había señalado. Simulé perplejidad cuando se colocó sobre mí, con cada uno
de sus bellos pies a cada lado de mi cabeza, cerca de mis orejas.
Luego se quitó los pantalones de su cuerpo increíblemente joven, levantó una
pierna, luego la otra y arrojó los pantalones a un lado. Miré hacia arriba a
su húmedo coño, el mismo del que había bebido tanto pis no hacía más de
media hora. Todavía podía sentirlo salpicándome en el estómago. Tenía unos
labios muy pequeños, de modo que su coño no era más que una delgada línea
bajo su vello púbico. Me encantan los coños como ese, y estaba concentrado
en él. Tenía una suave fragancia a pis, mezclada con el matiz de una corrida
de muchacha.
La fina línea de su coño parecía señalar directamente hacia atrás, a los
perfectos globos redondos que formaban su culo. En la unión de estos globos,
la parte más baja de la raja del culo, podía a duras penas distinguir el
arrugado orificio que iba a ser el centro de mi adoración, la fuente de mi
degradación última, y el punto al que sacrificaría mi autoestima para
satisfacer su capricho. Y todo esto para poner a esta hermosa muchacha en un
pedestal tan alto que la hiciera marearse de arrogante placer.
Estaba tan hipnotizado que casi había olvidado mi papel en la pequeña escena
que habíamos montado espontáneamente. Recuperando mi expresión de perpleja
conmoción pregunté, "Princesa, ¿qué estáis haciendo? No estoy seguro de que
un sirviente miserable como yo sea merecedor de ser testigo de la belleza de
un sitio como vuestra desnudez, ¡alteza!"
"No te preocupes, muy pronto te sentirás lo bastante miserable," se rió por
lo bajo, y se agachó encima de mi cara. Mientras lo hacía la raja de su coño
se abrió ligeramente y los profundos pliegues de su precioso ojete se
hicieron claramente visibles. Podía distinguir cada arruga, y para mi gran
placer, los aromas de su cuerpo se hicieron mucho más fuertes. ¡Nunca
imaginé que la mezcla de corrida de mujer, pis y culo pudiera oler tan
condenadamente bien!
La expresión de majestuosa malicia de su rostro era exquisita, e intenté con
toda la fuerza que pude grabar a fuego en mi cerebro aquella imagen.
"Primero besa mi ojete real," declaró divertida. Ocupé mi boca en la tarea
de satisfacer su deseo, apretando repetida y amorosamente los labios contra
su ojete ligeramente peludo y con olor terroso. "Gracias, Princesa, por este
privilegio," solté a duras penas entre los besos anales.
Cuando estuvo satisfecha con esta humillación, se agachó aún más hasta que
su ojete estuvo firmemente plantado contra mi boca adoradora. En un gesto
que resulta mágico cuando lo hace una mujer magnífica, agitó el cabello
echándoselo hacia atrás por encima del hombro, como una modelo en un anuncio
de champú. Se relamió los labios y se salió completamente del papel cuando
preguntó, "¿Estás preparado para servirme, John?" Su voz tenía una ronquera
lujuriosa que hizo que mi polla se tensara hacia delante. El uso de mi
nombre, y las razones del por qué, no se me habían escapado. "Porque creo
que voy a sentarme justamente aquí y echar una cagada, ¿vale?"
La arrogante brutalidad de sus palabras me pateó la degradación directamente
a la garganta, lo que hizo que sometiera a ella de forma absoluta. Forcé la
boca todo lo que pude sobre su ojete y esperé obedientemente a ser usado.
Desconectó momentáneamente su mirada de la mía mientras empezaba a empujar
los excrementos de sus intestinos hacia abajo, hacia el ojete que se fruncía
en mi boca. Extendí la lengua hacia delante y acaricié amorosamente su ojete
mientras ella se preparaba para usarme de la peor manera posible.
De repente un pequeño chorro de pis apareció en la pequeña raja y se
estrelló en mi cara. Cerré los ojos, pero la oí reír. Aproximadamente al
mismo tiempo un pedo húmedo y caliente se escapó de su culo y siseó dentro
de mi boca abierta. Era insoportablemente fuerte, y lo hubiera bloqueado si
hubiera podido. Pero el peso creciente de su culo mientras se apretaba
contra mi cara lo impedían.
"Oooh, huelo eso," dijo. "Tiene que saber fatal. Dios, ¡es divertido hacerte
chupar el hedor que sale de mi culo! ¡Y todavía tengo mucho más que hacer!"
Había sentido con la lengua como su ojete eructaba el gas dentro de mi boca,
mientras la lamía continuamente, como un buen esclavo. A continuación sentí
que su ojete se abría más lentamente y casi inmediatamente depositaba su
primera descarga de mierda en mi boca. Salió bastante deprisa junto con un
chorro casi continuo de gas. Era suave y exquisitamente amargo, pero la
mastiqué como un caramelo. Me comí su mierda con claras demostraciones de
placer, como si fuera la mejor cosa que hubiera paladeado nunca. Emití
pequeños gemidos como un hombre que estuviera tomándose la mejor comida de
su vida. Y para decir la verdad, era la peor cosa que posiblemente pudiera
imaginar que iba a paladear, y todavía nunca había paladeado nada más
delicioso que su mierda en aquel momento.
A pesar del pis sobre mi cara, abrí los ojos para mirarla. Me picaban
endemoniadamente cuando la cáustica orina penetró en ellos, pero no me
importó. Parecía increíblemente hermosa en aquel momento, e increíblemente
cruel. Tenía una expresión que solo puede tener alguien que ha conocido el
placer único e indecente de vaciarse en la boca de otro y de observar como
se comen su mierda.
Aparentemente el primer trozo de mierda suave que acababa de comerme era
solo un intento de vaciado porque lo que vino a continuación fue bastante
copioso. Era muy suave, y me llenaba la boca como un pudin increíblemente
amargo. Había pedazos de lo que supuse que sería alimento indigerible.
Durante todo el tiempo continué lamiendo el borde de su ojete. Luego empecé
a tragar la asquerosa mierda en serio.
Lo siguiente que noté fue que Naomi había empezado a toquetearse
furiosamente el clítoris, y pronto empezó su corrida a fluir por mi cara y
mi nariz. Decidí seguir su ejemplo y empecé a acariciarme la polla. Aunque
intenté hacerlo de forma atenuada, porque sabía que no duraría mucho.
Dijo en una distracción preorgásmica, "Eso es, ¡chúpalo todo bien, esclavo!
Casi he terminado de cagarme en ti." Era el mismo tono que tenía en su voz
cuando le había estado lamiendo el culo en el asiento trasero del coche.
Parecía estar en su propio mundo mientras se masturbaba sobre mi cara y se
cagaba en mi boca. Estaba hablando, pero ni siquiera estaba seguro de que
fuera totalmente consciente de mi presencia. "Dios, ¡que bien sienta cagarse
en alguien!" gritó suavemente en su total concentración en sí misma. "Y
luego hacer que se lo coma, ¡AAARGH!" La fuerza del orgasmo expulsó lo
último de su mierda que tragué ansiosamente a pesar de las molestas ganas de
vomitar. Parecía que iba a correrse para siempre, y yo, al borde de correrme
yo mismo, terminé de comerme su mierda. Seguí lamiéndome los dientes hasta
limpiarlos mientras ella empezaba a hundirse en el éxtasis postorgásmico.
Cuando finalmente dejó de correrse empecé a lamerle el ojete hasta dejarlo
limpio de los restos de mierda. Luego metí la lengua muy a fondo,
cubriéndola con todavía más de su hedor personal, y solté esperma por todas
partes. Me corrí para llenar un camión mientras seguía sirviéndola como su
bidet lameculos personal.

* * * * *

Eso ocurrió hace varios meses. Volvió a casa sin más incidentes, y yo volví a mi apartamento y me di una larga ducha caliente. Olía fatal y estaba absolutamente agotado. Un par de días después me enfrenté a Mark y le dije la verdad respecto a su hija y yo, salvo los detalles sangrientos sobre nuestra vida sexual. Le dije que me había enamorado de ella y que no podía sacármela de la cabeza. Fue sorprendentemente frío al respecto. Dijo, "Tenía la sensación de que había algo entre vosotros dos. Conozco un montón de gente que tendría problemas con la diferencia de edad, pero eres un buen tío, y creo que eres una buena pareja. Pero cuídala. Asegúrate de tratarla bien, ¿vale? Ya sabes que es mi pequeña Princesa." No tenía ni idea de hasta que punto lo sabía.

Desde entonces hemos estado saliendo más abiertamente, y nuestra relación es bastante normal, salvo por lo que ser refiere a nuestro vida sexual poco convencional. Con mi mayor edad y al no estar totalmente muerto en mí cierto grado de caballerosidad, he asumido el papel de guía en nuestra relación, y la mayor parte del tiempo ella está feliz solo de estar conmigo. Y la mayor parte del tiempo practicamos lo que llamamos sexo "vainilla". Es la clase de sexo que practica la mayor parte de la gente, y que consiste en la forma normal de follar, mamadas, lamidas de coño, etc. De hecho cuando nuestro relaciones sexuales son vainilla a veces soy yo el dominante. Precisamente la semana pasada probamos por primera vez el sexo anal.

Pero cuando tenemos sexo "chocolate", su palabra es ley, y ella es mi diosa y princesa que gobierna de forma absoluta. Posiblemente no pueda ser humillado o degradado demasiado por ella, y he aprendido como controlar completamente cualquier reflejo de ahogo que tenga para ajustarme a sus caprichos peores y más groseros con una sonrisa.
Debemos ser, precisamente, la perfecta pareja americana.